domingo, octubre 10, 2010

Veo/NO

En ocasiones más vale no ver que toparse con imágenes poco gratas. Pero en la noria de los días y las vidas el cómputo de lo visto para bien y no, rara vez sale equilibrado. Toca recuento...

Veo hipocresía y me alejo.

No veo los cuchillos lanzados pero me sangra el alma.

Veo confusión y limpio mis cristales.

No veo envidias espontáneas mal gestionadas. Pero las sufro...

Veo simplezas, desganas y vagancias varias.

No veo consecuencias lógicas.

Veo injusticias y ellas me ven a mí (de cerca).

No veo enmiendas del error, ni atisbos de.

Veo amores y latidos ingratos.

No veo gritos emocionales ni sublevados ante los dictadores del corazón.

Veo imágenes mentales de buenos momentos.

No veo realidades sin ensoñación.

Veo cobardes escondidos en zulos, miedosos de su ser.

No veo valientes abanderados de sí mismos. Sin más (ni menos).

Veo discursos vacíos de oradores ídem.

No veo palabras de consuelo. Ni a Consuelo Berlanga... ¿dónde estás?

Veo que pierdo la inquietud.

No veo retornos de ingenuidad.

Veo, veo... ¿Qué ves? Una lagrimita... que roza mi piel.

No veo, no veo... ¿Por qué no ves? Porque esta pantomima me tiene ciego otra vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No pierdas nunca la inquietud,
ni la poca ingenuidad que te pueda quedar, ni tu alma de poeta.

Ni las ganas de ver.

Silvia.