sábado, mayo 28, 2011

Pu(n)to final

La vida es tan corta,
¿qué estamos haciendo?
Siendo cómplices de un vacío,
anulando un sentimiento.
Huyendo de la matemática
que resuelve el destino.
Obviando el máximo común denominador,
algo más que simples besos/versos.


Perdido en idas y venidas.
Saturado de motivos o no,
pero reales, de estómago inquieto.
Cansa luchar contra elementos,
despejar tormentos de lo ajeno.


El tiempo se alía con el desespero.
Lágrimas en torrente ya seco.
Quereres que no lo son
por un egoísmo extremo.
No pondré el punto final,
quizá tú ya lo has hecho.

viernes, mayo 20, 2011

El instante imperfecto

Tan inesperado como anhelado.
Ejemplo de impacto, de deconstrucción descontrolada.

Ahogado entre recuerdos y premoniciones.

Sumido en la nada de un todo roto.

Llega para quedarse y provocar un irse.

Marca un fin que justifica medios y cuartos más mitades.

Desvalorizado o no, es inevitable.

Vive, siente, padece pero no lo esquives.

Llega sin llamar a la puerta.

Es tan personal como intransferible.

Silencioso o gritón.

Cruel, injusto o natural.

En ocasiones insuficiente.

Agota tu instante perfecto que su hermano endemoniado pasa factura.

miércoles, mayo 11, 2011

Voto x amor



Más inhiestas que nunca las tiendas de campaña se accionan para beneplácito de tantos de-votos sectarios. Toca elegir, eleccionar y dar lección. O unas cuantas. Es tiempo de suma de parabienes y palabreríos de impacto. Sonrisas blanqueadas y retoques retratados. El mal no ocupa lugar. La conquista del indeciso, auténtico protagonista e impulsor del gasto, bien recuerda a un cortejo erótico-festivo. Mucho prometer hasta meter, o lo que es lo mismo hasta acceder al poder. La terminación –er demuestra la simbiosis efectiva del acto. Los candidatos electos se arropan de consejeros para afinar el discurso y acortar el camino hasta el corazón ciudadano. Un pretendiente hace lo propio con sus íntimos para enmendar errores pasados y potenciar cualidades en pos de evitar el rechazo. El fin (voto/amor) justifica los medios.
Toda iniciativa proactiva hacia el resultado es válida. Mentiras o medias verdades incluidas. La ceguera de la posesión anula como impulsa al desvarío. El careo con los rivales de urna o cama saca los peores instintos. Objetivo desarmar al otro sin argumentos en positivo. Restando uno suma, más cuando el objeto de deseo es de letras y no advierte tanta debilidad camuflada. Las poses son sólo eso, los eslóganes simplistas versos de amor de rima fácil. Y el 22-M la primera vez o primera cita para muchos con resultados desiguales. Ya se sabe: las prisas, la inexperiencia, lo sobrado de algunos, el paseíllo triunfal, las dos orejas y el rabo de la mayoría absoluta. Las elecciones/erecciones no siempre son generales.
Lo siguiente un guión de mínimos donde dije digo, digo Diego. En terreno ganador palabrerío impulsado por el viento y cariño en oferta. Las promesas hacen honores a su nombre y la rutina de lo cotidiano vence. ¿Dónde quedaron las expectativas, los sueños de príncipe azul impulsado por gaviotas y ramos de rosas rojas? En la cárcel del rechazo retumban los gritos de oportunidad perdida, de latidos sin compás. Sólo quedan otros cuatro años o la eternidad para volver a votar y que alguien salga dando botes de alegría. O no.

martes, mayo 03, 2011

Letraherido

Roto de realidad. Preso de condena ajena. Bien rodeado pero adscrito a la soledad mayúscula que no hace nombre propio. Dudoso de enésima potencia. Ingrato con tantos, derrotado de otros. Expansivo por definición. Carne de lamento, queja y sentimiento. Pobre de espíritu y vacío de ímpetu. Conformista o no, pero replegado. Desterrado de latidos, caricias y pasiones no telenoveladas. Uno por descarte. Otro más en manada impropia. Secundario de sueños. Razonable a ratos. Víctima de un yo raruno. Desenfocado en polisemia. Coleccionista de cromos pasados. Tímido de libro pero no absento de venirse arriba.
En el reino de la subjetividad, el Rey sale ¿ganando? Me quedo con la peor parte. Y el desequilibro del balance interior y el ajeno. Si aprendiera algo de tanta dureza golpeada contra el ego... Nunca tres letras fueron tan castigadas. ¿Cambiar es algo más que un verbo de primera conjugación? ¿Una utopía, una meta, una posibilidad?