lunes, mayo 27, 2013

Desnochado 2.0



La cuenta atrás a los treinta despierta una sensación de viejunismo en todo mi ecosistema de vida que jamás pensé que sufriría. Es más, siempre fantaseé con la idea de avejentar de golpe y saltar todo trámite absurdo del paso del tiempo. Iluso de mí, creyendo que en nada me afectaría el peso ni la cantidad del dígito de edad. Pero con el horizonte cumplidor tan cerca me asusta saberme mayor y víctima de consecuencias lógicas de los años. El sentido del ocio es una de ellas. Anoche tuve opción de vivir un fiestón de esos que MTV retrata en las casas de famosos y piscinas de aguas transparentes. No hacía falta tanta pose, pero la había. Fue una sucesión mágica de buenos momentos, de gastronomía sabrosa (alguna venida de Burgos y pendiente de su fritura), pero especialmente de amigos con los que cualquier anécdota se convierte en todo. Cuando la complicidad, las miradas y las palabras se fusionan en un baile perfecto. Allí nos encontrábamos, rindiendo homenaje a una anfitriona pletórica. La noche se extendió bajo el influjo de la luna y los sonidos mixtos de taconeos, amplis de discoteca y gritos vacíos. Banda sonora habitual para los noctámbulos. Yo, en cambio, me sentía ajeno a todo lo que sucedía a mi alrededor. La orgía de deseo que muchos escenificaban sin descaro, los conteneos propios del Saturday night, las palmas fuera de contexto, las copas de más… El mix de la juerga que nunca me atrapó del todo. Siempre opté por otros planes y disfrutes más propios, en la mejor compañía, no tanto por la decadencia de la masa. 

Sufría con cada ejercicio de borrachera descontrolada, la misma que hace que los sujetos se abandonen y descuiden movimientos y alrededores. Me resulta siempre una pesadez supina ese alterne superlativo, de excesos y onomatopeyas. Creo en los pequeños detalles, los susurros, los bailes con espacio (no refriegas incontroladas). Estaba porque quería, pero escribía en mi imaginación cada párrafo de un espacio lejano, de tranquilidad, libre de estilismos vertedero. El clímax de nuestro protocolo nocturno se alcanzó en un local muy peligroso. Con el aforo burlado al antojo de un portero de las dimensiones de toda una promoción de pisos de protección oficial. No había respiración posible, todo era confusión en el choque cuerpo a cuerpo, que muchos disfrutaban como única opción de alcanzar piel ajena. Recientes y trágicos acontecimientos en recintos de despendole DJ venían a la cabeza. Pero parecía que hacer caja era prioritario a la seguridad ciudadana. Aunque llamar ciudadanos a muchos de los allí presentes me parece una broma. Al final, la noche acabó entre churros mojados cual metáfora de la vida efímera, tan pronto divertida como fatal. Y con el recuerdo a borbotones de los hit acumulados esperando que alguien cantara victoria. En mi caso, logré la bola ganadora al llegar a casa y perderme entre sueños, lejos de bolas de discoteca y garrulos esperando dar la talla. Qué desnoche, qué trasnoche. Poco me queda para la jubilación de la nuit. Que se prepare Benidormmmm y los viajes mayorunos. Reservaré fuerzas para darlo todo. Si llego… 

viernes, mayo 17, 2013

Fangoria y su circo pop, de leonas, putas y tacones

 

La vida es un Circo. Genial si la banda sonora la pone Fangoria. Anoche tuve ocasión de disfrutar de su concierto presentación de su nuevo disco, 'Cuatricromía'. En la compañía de una cómplice perfecta y con la entrega necesaria para un show que nunca defrauda. Olvido/Alaska y Nacho Canut son maestros en la reinvención de sí mismos. Iconoclastas infinitos que llevan su frivolidad y pasiones estéticas hasta las últimas consecuencias. Su escenario era fruto de sus mentes inquietas. Sobrio pero trash, suma de varietés y vulgaridad. El negro teñía casi todo el ambiente, pero los destellos de color armonizaban la carpa circense tan simbólica. Un público de "amigas'", en palabras de la showoman, gritaba y bailaba enfervorizado el ritmo frenético de temas y temazos. Muchas canciones rompían su virginidad en el directo, ganando matices y efervescencia a su versión cedé. Otras, eran eternas conocidas, como amores platónicos que vuelven a tu vida y te producen un punzón único. Pasó con 'Más es más', 'No sé qué me das', 'Perlas ensangrentadas' o su icono mariestribillo '¿A quién le importa?'. Cada letra, cada salto, cobraban enteros en la orgía de fanes entregados al universo chillón y electropop del grupo. Necesario y fabuloso resultó el homenaje a Sara Montiel, entonando el 'Absolutamente', que las divas versionaron entre excesos. Llegaron a cambiar algún trozo de la letra en honor a la manchega díscola, única, tremenda. Los espasmos danceros fueron un tributo que todos quisimos regalar a la madre de Thaïs y Zeus.

Por un momento, cualquiera diría que habíamos traspasado la pantalla catódica para colarnos en un episodio más del reality que la pequeña pero rotunda mexicana comparte con su marido singular, Mario Vaquerizo. Él, en una vuelta de tuerca más a su amplia realidad laboral, aprovechaba los momentos previos al canturreo para vender el 'merchan' de su chica y representada. Lo mismo vale para un roto que para un descosido, siempre que haya cervezas como aliadas. Y flashes para posar a lo pómulos. Posados que compartía en un no parar con la multitud de secundarios de su vida, celebrities de fondo almodovariano y hechuras extravagantes. Empezando por la madre, casi momificada, de la cantante, que disfrutaba desde una butaca como la que más sin apenas movimiento visible. Una amiga de Bingo era su pareja de despendole. El mismo que ejercitó la ínclita Topacio Fresh, galerista de verborrea delirante, encantada con su melenón oxigenado. En versión morena la presentadora Patricia Pérez (cuñada de Nacho Canut) lo daba todo enfundada en un print leopardoso. No podía faltar el cirujano Monereo, arquitecto en piel y desarrugas de todo el clan, bien acompañado por un ejemplar de eterna juventud. Las Nancys (Rubias) salieron de la caja y sumaron melenazos. Entre lo más granado de la jet set del moderneo el productor Capi, propulsor desigual de Alejandro Sanz a Chayo Mohedano (!), demostraba actitud de older que se cree young. La orgía de tachuelas, brillis-brillis, pechos operados, tatuajes y lentejuelas desbocadas daban al todo un look muy total. El de Alaska siempre se coloréo de negro en tres versiones glitter y glam de embutidio curvilíneo perfecto.

El nivel de guaperismo y chape lo mismo era altísimo. Normal que en ocasiones las miradas se perdieran entre el gentío en busca de sapos (bellos) que aprincipar. Los grados de alcohol subieron como la temperatura del ballet Fantasía, recauchutado en ellas (la stripper Susana Reche sigue siendo la líder de pezón burlón) y musculado en ellos. Sus movimientos resultaban cuestionables, pero su presencia provo era elocuente. En sus nuevos hits 'Desfachatez' y 'Dramas y comedias' hicieron cabriolas y aspavientos, respondidos con entrega por la masa dancing. Sin duda son los dos singles más potentes que han venido para quedarse en el escaparate perfecto del grupo. Capaces de trascender tiempos y agitar cuerpos. Fue un concierto más de tantos que ya atesoro en mi retina musico-chochi-freak, pero con Fangoria nada es previsible ni mucho menos igual. Lo di todo y lo seguiré haciendo porque cada una de sus letras remueven mi conciencia de atormentado en busca de su sitio, de cronista de tecla viperina.

miércoles, mayo 08, 2013

Así no



En sus informativos la televisión pública anima a los parados a encontrar la fe. La misma que han perdido viendo su sucesión de malas noticias cada día. La que ya no encuentran entre sus cosas cotidianas, porque de mirarse les entra una depresión de caballo. Es lamentable. En este marco de drama global encima vienen algunos y quieren intelectualizar nuestra crisis. Partiendo de este supuesto, una escritora premiada y polémica a partes iguales consiguió el respaldo de una editorial para contar en palabras llanas qué nos ha traído hasta aquí. La escuchaba el otro día en el marco de una conferencia que no se preparó y que resultó una suma zafia de chascarrillos rosas, en los que se mostraba más encantada que pormenorizando las causas económicas de esta realidad. Lo que me escama es que personas como ella se arrojen la facultad de teorizar sobre nuestras vidas cuando su discurso parte de una situación privilegiada. Cierto es que trufa sus comentarios con cuestiones personales complejas, pero no es la auténtica protagonista de todo este meollo. Precisamente una persona que vive de sus rentas y poco se esfuerza en contar historias, rentabilizando más frases fuera de contexto que trabajos talentosos. Porque el talento se ha devaluado y arrojado al mar de los olvidos. Estamos como estamos porque los que más saben no son quienes más poder tienen. Somos víctimas de ineptos absolutos y sufrimos los desmanes de auténticos descerebrados. Una generación tan formada y capaz espera su turno, mientras muchos cuantos impresentables engrosas sus cuentas nada corrientes. Así no. Puede que el desahogo en palabras sea insuficiente, pero es válido y necesario. Porque debemos descargar la ira con las injusticias enquistadas en cada estamento, en cada profesión. La autora no identificada rehusaba la presencia de periodistas, los mismos a los que imploraba promoción en las redes sociales. ¿Doble discurso, doble juego, doble moral? Es sólo una muesca en el camino de los arrogantes, moscas cojoneras apoltronadas, incoherentes y limitadas. No podemos seguir callando la necedad, porque si el estado de las cosas es pésimo se debe en parte a tales representantes absurdos de la sociedad en uno u otro escenario. Zancadas de ego, miradas de inquina, discursos vacíos. Es tan fácil su identificación. Que no te minimicen. 

miércoles, mayo 01, 2013

Tra tra tra



La necesidad de visibilidad y lucha colectiva han plagado el calendario de fechas marcadas, tan necesarias como injustas. Siempre navegamos en esa dualidad y la propia incoherencia como vehículo de la expresión global. Un día como hoy, 1 de Mayo, se representa toda la carga obrera, los avances laborales y una serie de conquistas que en estos tiempos parecen un chiste en manos de pésimos humoristas. No queremos dramas, pero esta comedieta del tema trabajo no hace ninguna gracia. Los datos del paro son algo más que alarmantes, pero nos dejan en un shock del que difícilmente nos recuperemos. Asistimos cada día a decisiones infundadas, a dedazos que poco tienen que ver con concejalas de pueblos perdidos y amantes vía móvil, a surrealistas propuestas de contratos a los que la palabra basura les queda enorme, a sueldos vitalicios cogidos con pinzas ridículas... Un suma y sigue de despropósitos que nos dejan anestesiados. El talento se queda en casa, a verlas venir. Mientras los ineptos e inútiles cotizan non stop. Me no entender. 

Por circunstancias y suerte empecé mi carrera (nunca en las medias) muy jovencito. Acumulo una experiencia basta (que no choni) y llevo camino de ser un parado de larga duración. Mi sueño y vocación profesional se me resiste por apuestas que nunca salen bien, por la confianza en los desconocidos, por la ilusión mermada. Y todo eso me preocupa. Porque no he llegado hasta aquí para renunciar a mis sueños, no por los desvaríos de otros. Soy consciente de que hay que luchar, pero me toca mucho los genitales que el intrusismo se haya aceptado en los medios de comunicación como una norma (casi Duval). Eso es porque nunca ha afectado a los jerifaltes de la cosa, que sino ya hubieran cortado las alas de muchos que sin nada se creen todo. 

¿Trabajo? Sí. ¿Justo? No. ¿Derechos? Cero. Triste balance. Así cualquiera se plantea muchas cosas, como irse, sí... Pero, como en todo, hay que poner cabeza. Arriesgar y vivir al límite es un planteamiento perfecto para un guión de ciencia-ficción, pero la realidad y los ahorros son otra cosa. No entienden de puntos de giro y sí de cifras, soledades, miedos. Tenemos una papeleta importante y no nos va a tocar muñeca Chochona. Quizá al presidente insidioso le haga gracia y juegue con ella a través de un monitor. Pero a los curritos a pie de calle, sin coches oficiales ni parejas floreros nos hincha mucho lo hinchable toda esta situación. ¿Hasta cuándo?