Volver para mirar. Mirar con decisión. Decisión para vivir.
Vivir sin minúsculas. Minúsculas decisiones que resultan mayúsculas. Mayúsculas
emociones a las que abrazarse. Abrazarse de corazón. Corazón que guía. Guía sin
perder la libertad. Libertad de ser. Ser en esencia. Esencia como bandera.
Bandera de muchos. Muchos pocos que sí hacen un mucho. Mucho por contar. Contar
hasta tres y más. Más días. Días que harán un año. Año en el que confío. Confío
en la bondad de los desconocidos por encima de la de tantos conocidos.
Conocidos que se pierden por el camino. Camino que ojalá sea sorprendente.
Sorprendente es el poder de las palabras. Palabras que son refugio. Refugio sí,
cárcel no. No que se multiplica ante la desfachatez. Desfachatez con límites.
Límites que llegan aquí. Aquí termino. Termino con un gracias. Gracias por
estar.
jueves, enero 11, 2024
Verbos que soy
martes, septiembre 05, 2023
Una reina llamada Teresa
Hay días en que las palabras se escriben solas. Me ocurre con
la triste despedida a María Teresa Campos. Para quienes amamos la televisión, ella siempre fue un referente, un espejo en el que mirarse. Profesionalmente,
significaba todo para un niño que soñaba con traspasar la pantalla y hablar de
tú a tú con la presentadora. Sí, no oculto que quería ser un ‘chico Campos’ para empaparme de
esa forma de comunicar tan única. No lo conseguí, pero supongo que viendo aquellos
magazines (mi formato favorito) durante horas y horas aprendí algo sobre un trabajo totalmente
vocacional. Como en su caso. Aunque tuvo que estudiar Filosofía y Letras por
limitaciones geográficas y familiares, se sentía periodista. Y por derecho lo
fue. De la radio a la tele, rompiendo moldes. En ese camino consiguió ser icono,
ejerciendo de ella misma.
Hizo de los platós una casa abierta, dinámica, plural, tan informativa como entretenida. No escondió el carácter ni esas dosis de ego, siempre subida a unos vertiginosos zapatos. Madraza excesiva y de exclusivas, logrando que el personaje no dinamitara a la profesional. Obsesiva con el dato (de audiencia) hasta el final. Dicen que ha escrito el suyo con pena, porque no había un programa que llevara su nombre. El último y muy comentado/criticado sí que llevaba su apellido plural, al compartir la irrealidad del ‘día a día’ junto a sus hijas. Seguramente no fue digno de una carrera de éxitos y retos intachables. Ahora ese ‘reality’, al que se negaba llamar así, ya forma parte del pasado (televisivo) pisado. Y en la memoria colectiva siempre quedará la Teresa arrolladora, coronando como nadie nuestras vidas.
Descanse en paz.
miércoles, junio 28, 2023
La mirada arcoíris
Puede parecer una pose vacía, pero cobra
sentido al tratarse de la mirada arcoíris. El sentir que es necesario
reivindicar quién soy, cómo siento, que quiero en libertad. No fue fácil llegar
hasta aquí, conquistar derechos y llorar con razones para enfrentarnos ahora al
abismo de los negacionistas que buscan cercenar nuestra verdad. Es necesario
vivir el Orgullo sin miedo. Toca luchar contra los discursos de odio, el
maltrato al diferente e impedir el avance de tantas mentes obtusas, esas que se
empeñan en anularnos.
Somos muchos, pese al peso de lo invisible. Necesitamos
manifestar que hay latidos de todos los colores. Y también pedir respeto,
porque nadie puede robarnos la identidad. Hoy, un 28 de junio más, y todos los
días quiero seguir viviendo de frente. Si alguien me rechaza demostrará la
clase de persona que es. ¡Arriba las banderas y los corazones contentos!
miércoles, abril 12, 2023
Lo que fuimos
Han pasado tres años a velocidad
de crucero. Es difícil asimilar la situación de vida e incertidumbre que nos
arrolló. También recuperarse de ese bofetón confinado que, 'supuestamente', nos
cambiaría para siempre. Las comillas pueden tener más o menos valor. Está claro
que el punto de giro ha sido un hecho, pero ni mucho menos han fructificado las
promesas de un mundo de postal que vendíamos a boca(s) llena(s). Ahora sabemos que
su precio era 'low cost'. No niego que mucha gente haya aprendido lecciones y
cambiado dinámicas para procurarse una situación mejor o menos dañina. Siento
ser pesimista, aunque eso va de serie, cuando cuantifico en mayoría la pérdida
de valores, incluso diría de humanidad. El egoísmo se ha impuesto y no
cuestiono que, en muchos casos, sea por necesidad. Aunque sí siento que el
grueso de yoísmo tiene un componente muy tóxico.
Miro atrás. Mucho. Viajo a la
infancia, tanta inocencia sin corromper. Sumo años y entornos con una sensación
de compartir, de valorar al grupo y entender que uno más uno éramos bastantes
más que siete. Eso ya no pasa. O poco. Incluso en historias supuestamente
paralelas o hermanadas, hoy pesa más el interés que el sentimiento. No es
cuestión de 'venderme', pero quien me conoce aspiro a que haya identificado mi
esencia generosa, la cual quizá haya practicado por encima de mis posibilidades
y con nombres propios muy equivocados.
No reniego de ello, ni mucho
menos. Asumo mi entrega emocional, otra cosa es que pasarse de frenada traiga
consecuencias. Me importan cero coma los juicios, comentarios e ideas que de mí
hayan vertido por esos caminos infectos 'seres de luz'. Sumo verdad, errores,
implicación porque me mueve el buen querer. El mismo que no suele ser destacado
en el currículum ni a efectos prácticos. Supongo que se trate de objetivos
vitales, entraña sin filtros e hilvanes del corazón. Por suerte, tengo mucho que
agradecer a mi matriarcado de costureras. Ellas se encargaron de rematar bien
fuerte el mío. Y si hay un roto o descosido siempre aparece el remiendo que me
hace latir fuerte.
La realidad es la que nos azuza
sin pedir permiso. No por mucho entrenar seremos capaces de escapar a sus
golpes certeros. Y sí, aquí es cuando entran los mantras de sabiduría popular
(o previo pago) que repetimos en bucle para hacernos a la idea de que vivir el 'aquí
y ahora' es mucho más que una pésima canción de Bisbal. La rutina, el (maldito)
estrés, la intensidad que tecleé unas líneas más arriba, los sueños que Disney
nos prometió alcanzables… esa mezcla imposible nos desconecta del momento, de
quienes más queremos y hasta nos convierte en la peor versión de nosotros
mismos. Nos los tenemos que hacer mirar, pero siempre procrastinamos y seguimos
escribiendo un cuento incompleto. Sin título, con un protagonista que no sabe
que la historia no la escriben por él, sino todo lo contrario.
jueves, agosto 11, 2022
A vueltas con el recibo
Lección de vida: «No te fíes de los 'seres de luz'». Cuida bien la que tú proyectas, porque esa esencia no se apaga nunca…
#YoSoyEse #AVueltasConLaLuz #BlackMan #Intenso #GranNoche #SantanderEresMiPlan
martes, julio 05, 2022
Mis treinta y todos
Queridos treinta y todos, me sumáis espero que para bien. Os
pido que me devolváis todo lo que me habéis arrebatado. Y allanéis el camino
hacia la cuarentena. La numérica, que ya sufrimos la otra sin remedio. Espero
celebrar la vida porque, sinceramente, somos mucho más que un número.
Y siento que será libre de toxicidad, restando con
sentido(s) y anulando los (malditos) dramas para protagonizar comedias. Cumplir
es vivir. El ahora de ese tiempo que corre cual olímpico. No pido más regalo
que ser yo mismo. Eso que de niño construía sin esfuerzo y que con los años se
ha desdibujado tristemente. ¿Bienvenidos, 39?
martes, junio 28, 2022
Volar arcoíris
Las alas no son un capricho. Cuando la realidad te niega,
rechaza, insulta, maltrata y humilla necesitas un recurso para alcanzar la
libertad. Y así poder esquivar los golpes físicos y verbales. Sólo por ser tú
mismo y amar sin barreras. Habrá quien no crea en arcoíris, pancartas ni
himnos, lo que necesitamos son hechos y querer sin miedo. Qué triste es sentir
y saberte diana del paletismo.
Ojalá no tuviéramos que salir cada 28 de junio a
reivindicarnos. Por justicia. Porque nuestro corazón late espontáneo. Porque
las personas lo somos, sin importar en qué labios te pierdas (con o sin
sentido). Basta ya de luchar contra los negacionistas del otro, que no del
diferente. Somos iguales, quizá la diferencia esté en las neuronas que nos
separen. ¡Ojalá que el vuelo sea un viaje de felices emociones!