jueves, septiembre 10, 2009

Amablamente

Así pasamos por el mundo. Ejerciendo de amablas de lo nuestro, tratando de sortear los obstáculos y hasta trepas, todo sea por el bien final... Pero a vueltas con el camino nunca nadie dijo que fuera fácil, menos su pasear... En fin. Pasan los días y la vuelta a algo más que el cole complica todo. Con cambios innecesarios pero poco gratuitos toca padecer nuevas realidades, seguir soportando rostros de vómito precoz y poner buena cara ante la crisis. Tócate lo que te plazca...

Siempre queda lo bueno. El cariño espontáneo, una idea que promete, unas palabras que ayudan a respirar, una mirada que corta la respiración... Menos da una piedra. Aunque tampoco hay que dejarse llevar por el conformismo y menos por la necesidad, esa palabra tan grande que pesa tanto. Por eso hay que sacar pecho (aunque no operado) y levantar los ojos al mundo de lo nuestro, lo que nos hace mejores, lo que nos enseña... Así es como el crecer es un hecho.

Parezco Mister Profundo, y eso que no tengo banda ni fachas bellezonas, pero es lo que me pide el folio en blanco. Revolverme en situaciones, contextos y visiones que me conforman cual escéptico de lo vital. Ojalá llegue el momento del cambio, el hombre de mi vida y el quéhacer de mis sueños. Entonces cambiaré de discurso, me volveré flower power y escribiré sin retorcimientos. Hasta entonces seré yo. O casi.

1 comentario:

Copito dijo...

pero por el camino hay que disfrutar.muas