Caído. Perdido. Al fondo. En el
baúl del olvido. Triste. No se merecía tal desprecio. Porque todos hablaban de
él, hasta que dejó de interesar. Cuando sonó el último latido ya era tarde. Sí,
el amor, el querer, los sentimientos… Se les llenaba la boca y partían el
corazón. Lo hacían de forma despiadada. Como si fuera capaz de sobreponerse a
todo, pero no. Llegó su final. Ese momento que tanto temía. La escalera
dramática fue su contexto de despedida. Su historia suicida, en la que demostró
no ser tan ‘valientín’ como presumía. Descanse sobre Cupido.
domingo, febrero 14, 2021
Latir suicida
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