Nada que ver con Rupert y sus pelos imposibles. Mi reclamo de hoy, en este inicio de nueve anual es que ¡por fin! acaben los fastos, las comilonas kilocalóricas, los cariños de ficción, los aguinaldos críticos, las compras en compulsa... Todo sea por el retorno de la normalidad, si es que ésta nos perteneció alguna vez. O lo que es peor, si nosotros pertenecimos a ella. Estos días, las masas han estado coléricas por el paquete con paquete, el más difícil todavía a envolver y provocar impacto. Seguramente hoy muchos lo hayan logrado. Otros cuantos se darán de bruces con el descambio y lo que es peor, la cruda realidad rebajada hasta casi los infiernos. Y es que en estos tiempos recesivos, gastables pese a lo quejoso del sistema, ahora nos posicionamos ante el saldo como escapatoria de la depresión profunda. Nos recreamos como animales sociales malavenidos y eso siempre tiene consecuencias. El cúmulo de bolsas, una de ellas.
Por lo demás, mantengo mis esfuerzos por sociabilizar y hacer de la noche un marco respetable. Aunque los últimos intentos me siguen reforzando la idea de que al caer el sol los gatos son más que pardos. Muchos sacan mis peores instintos y una retahíla de preguntas existenciales. Tan diferentes, tan vomitables. De pena. Acabaré antisocial, huraño y amargado, pero lo prefiero antes que confurdirme entre absurdeces hechas carnes pero no cerebros.
Y a lo surreal del devenir, de pronto se hace cierta esa sorprendente y escurridiza popularidad. Si es que algo así es posible en una tierra menguante. En el contexto más raro, cuando menos lo esperas del anonimato aparecen unos ojos escrutadores, una pregunta súbita y una curiosidad cercana. Nadie prepara para este ejercicio. Y muchas cosas escapan del autocontrol cuando hablamos de la imagen propia frente a lo ajeno. Por esto y todo lo demás imploro a la rutina en toda su extensión a que se apodere de mi realidad. Que luego reniegue será otra historia.
2 comentarios:
Aver, todo tiene sus cosas malas, peor yo en cambio me reafirmo y siento nostalgia siempre con el fin de estas fiestas, lo malo ya lo has dicho y aún hay más, peor también falta la alegría de juntarse con amigos como tu, los regalos el rosco de reyes, las luces,las vacaciones, no sé...y el comienzo de un 2009, yo sólo puedo decir, virgencita, que em quede como estoy y para atrás, solo pa coger impulso.
felicidades a todos!!!
mil besos
Y nosotros queremos más post tuyos.
Besos
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