Bien valdría explotar aquella del burro delante para que no se espante. Porque quien no tenga momentos de deslucidez que tire la primera piedra, o caerán por sí solos los cascotes. No confundir con otras conjugaciones nominales de similar índole... El caso es que de un tiempo a esta parte seguimos asistiendo a ceremonias de confusiones ajenas en toda regla, sin necesidad de la misma ni marichuladas atacantes por el estilo. Basta con pararse un instante en cualquier lugar de tránsito para comprobar que el especimen humanoide pierde en categoría, porte, resolución, facilidad de palabra, gesto y obra. De la gracia ni cuento. Hay gremios poligoneros y absurdos que se imponen entre el corte social para dejar un cúmulo de necedad incomprensible e incontenible. Ni idea tengo a dónde nos llevará todo. O mejor dicho, a dónde nos llevarán todos estos...
La actualidad no está protegida ante barbarie y tontunada. Sin ir más cerca que a Murcia nos encontramos con una mujer despotricadora anti mariconzones, adalidad de la enfermedad gaydad y encolerizada por la aparición de los niños de la llave, los mismos que desprovistos de su merienda por los malotes -sus anhelados en pasión- se dejan llevar por el camino del onanismo y de la depravación más indigna. Son sus palabras. Quizá tenga en su entorno muchos amigos y familiares anversos, amigos del juego con el igual, deseosos a la contra y tamaño despropósito ha cruzado el cable a la cátedrawoman para terminar lanzando esta sarta de incontenciones verbales. Puede que las otras se las salve cual Concha Velasco.
Chistoso fue cuando esta semana, al hilo de la superiora defensora de la moral anti vagos, maleantes y cazurros de sexualidad viciada, una jovenzuela niñatera sin medio dedo de frente, señaló el momento en que un amigo y servidor se disponían a ver ropa en una tienda más bien teen. Como si de dos gorilas, avestruces o jirafas enzooladas avisó a sus amigos púberes de nuestra presencia como ejemplares del anglicismo gay. El oído fino de mi amigo D. hizo el resto, cuando la increpó en plan autodefensa con callada y risitas por respuesta. Triste, que a una edad de asumir sigan teniendo tanto prejuicio creado a fuego por quienes hacen de la hipocresía y el engaño su carta de presentación. De lamento, pero no SemanaSantero que bastante tenemos con sufrir los pasos espásmicos e impulsivos en cualquier lugar. Un poco de respeto urbano y a quien no profesa...
Y luego están otro tipo de fatalidades no confesas. Porque cuando tienen que ver con el desamor, la frustración, la decepción, el engaño... Pues no merece la pena gastar energías ni letras en ello. Por mucho que haya quien se crea especial y quiera despertar la constante atención, admiración y demás. Aunque, al final, puede que no se salga con la suya.
Felices días vacacionales para quien los tenga, y quien no que saque a procesionar su realidad, que nada tiene que envidiar a la que nos quieren imponer asaetadamente.
1 comentario:
Ni puñetero caso,ajajjaja,dios cuanto tonto por el mundo, estos no saben lo de haz el amor y el bien y sobre todo la de no la hagas no la temas???pobres...
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