domingo, agosto 14, 2011

En una nube

El caleidoscopio de los recuerdos, los estribillos, la rítmica corporal hechos movida... solo tienen un nombre: Fangoria. Su vodevil revisteado, llevado hasta la astracanada más frívola conquista la piel de toro. El buenrrollismo de unos camerinos venidos a más se contagia sobre un escenario que asciende de pura regresión. Cuando un hit, una letra pierde egocentrismo para ser común da pie a momentos mágicos. Saltos, chillidos, dramatizaciones auténticas, gestos de amistad, amor, envidias... el mayor espectáculo del mundo hecho cocktail. Entre tanto 'entendido' uno comprende que las fronteras de lo ridículo se pierden. A quién le importa lo que yo cante, baile o me atreva a imitar, si en ese espacio de tiempo la irrealidad gana la partida. Se pierden los miedos y vergüenzas con la mejor banda sonora del aquí estoy yo. Y quien pierda el tiempo en criticar por criticar, gasta absolutamente energías innecesarias. No sé qué me dan que agonizo de aplausos. Veo novios zombies amenazando mi soltería. Pensaba recibirles con perlas ensangrentadas, gran homenaje, pero hoy más que nunca me siento el Rey del Glam. Ni tú ni nadie va a tirar por tierra mi deleite, mientras miro la vida pasar. Bailando a ratos, por prescipción médica tengo que mover la pierna, la tibia y el peroné. En su compañía haría grande una pequeña Edad de Hielo. Hasta sería amable anfitrión de la funcionaria asesina, para hacer terapia a dúo. Si es que es penetrar su electropop en mis entrañas y fibrilar de gusto. Empapado en su arte los estilismos horteras y de bochorno parecen metáforas de un mundo feliz. Donde, agradecido y emocionado, solamente queda decir GRACIAS por VENIR (gratis).

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