Pasarela de vida. Irrealidad multicolor. Me engañas con tus vanidades. El espejo deforma tu instinto. Caigo en el juego, río. Acopio instantes de egos en lucha. Convivir resulta incómodo a los mediocres. Esos de mirada deshumanizada. Tristes víctimas de su propio juego. Asumo mis limitaciones y me dejo llevar. Pero siempre olvido mi esencia débil. El poder de los otros, que fagocitan los momentos en beneficio propio. Vuelvo a caer, preso de mi inconsciencia. Dejado de la bondad mal entendida. Sumo y sigo. La vida no se simplifica por cabezonería. La falsedad se maquilla por necesidad. Pero no te esfuerces, hace tiempo que entendí de qué va todo esto. Y no, no aplaudiré las argucias engañosas, los bienquedas por contrato, el vacío pretendido. Es necesaria una revisión utópica y despejar fantasmas. Liberar angustias y respirar sin lastres. Puede que hacerlo en letras sea el primer paso del resto de los días por escribir.
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