Pensé que no me atrevería, pero puede ascender tan alto sin
miedo(s). Libre, confiado e incapaz de cuestionar la bondad de los
(des)conocidos. Logré desconectar y me entregué sin remedio porque soy así y
así seguiré. Nunca cambiaré. Escribimos una historia de bondades y excesos, al
tiempo que el resto veía cómo seguía ahí parado, entregado, absurdo. ¿Tonto? O
algo peor, pero ejerciendo siempre de ser humano. Hasta que llegó el descenso a
los infiernos y las piernas flaquearon. Sí, caí, empujado por ti, de mala
manera. En cuanto al corazón, indescriptible. Lo vaciaste a conciencia y
sangraba indefenso.
Te había mirado a los ojos transparente y con el infinito
como promesa. Tu huida sin argumentos me rompió en mil pedazos. No moviste un
dedo por reconstruir ninguno de ellos. Hoy he vuelto a enfrentarme a ti y
volviste a demostrar cobardía. ¡Qué novedad! Mis piernas no fallaron, pese a lo
difícil del reto. Me reencontré con tu frialdad en plena inmensidad. Dirán que
el diablo es puro fuego, para mí tengo claro que es/eres una rata de dos patas.
Que el postureo te sienta de maravilla, bien lo defiendes saltando como
alimaña. Que no lo aplauda, obvio. Valoraba un todo apasionante y resultaste un
destino envenenado. ¡Aviso a navegantes!
#YoSoyEse #RelatoRutero #Palabras #Sincero #CantabriaInfinita
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