Retomando que es gerundio la buena práctica de la escritura contextual. Es hartodifícil llevar una vida, un programa, varios blogs, una novela, un futuro... Pero quien algo quiere, algo le cuesta. Ya sea estrés o pena, penita, pena... Así que aquí me tengo o lo intento, caminando sobre unos pies doloridos que piden a gritos un masaje o un masajista. Quizá priorizaría lo segundo que lo primero va en el lote y llenaría más huecos vitales. En fin.
El motivo de este comunicado contextual es referirme a lo que dio de sí no ya mi fin de semana capitalino, sino el propio Orgullo Gay, que fue uno de los motivos que me llevó hasta aquella urbe acogedora. Ni sé el número que hacía en mi biografía esta celebración del sábado, que al coincidir con mi cumpleaños tenía un plus de celebración y reencuentros que daba más empaquete al paquete -valga la redundancia- turístico y emocional del fin de semana exprés. Cada año, cada orgullo es un mundo. Imagino que como las vivencias, emociones, sensaciones e impactos de cada uno de los millones de asistentes que como hormiguitas luchaban por hacer bien visible el ArcoIris. Mi amalgama de visiones se muta en cada desfile o reivindicación, no sólo por las gentes que te acompañan en el momento sino por el propio momento para eso que algunos llaman Colectivo LGTB. Tanto siglas como identificaciones debieran estar superadas, pero no. Aún cuesta mucho para que la igualdad sea real y las malas caras, los insultos y demás actos de violencia física o verbal contra las personas que aman a su modo sigue siendo una constante.
Es triste que, como siempre, muchos prefieran poner el foco en los músculos, los tangas o su ausencia, las plataformas excesivas, los maquillajes de te das queen, las insinuaciones lujuriosas y las frases impropias cobren el protagonismo. Se olvidan muchos de las familias, las personas, los voluntarios, los anónimos, los heterosexuales, los indefinidos pero presentes, todos aquellos que apoyan y creen en la normalización de lo que algunos creen aún aberrante, enfermo o bochornoso. Queda mucho camino por recorrer pese a que unos cuantos famosos se paseen por las carrozas con éxtasis de sí mismos y baños de multitudes para justificar su hecho 'marica' o su apoyo supermegaafavordelosgaysmuyamigosmíos.
Me releo y estoy muy cáustico, cual amargado de la vida que siempre fui y con despropósito de mantenerlo pero con piedras en el camino que me hacen invisible o inamovible. Aún así puedo decir y escribir fuerte que me lo pasé bien, aunque la sensación de diferencia siempre te revolotea en tu imaginario. Es complicado que nos vean como unos más cuando nos creen unos parias, los desviados ilusos que quieren acceder a un mundo o status que no les corresponde. Indignante. Pero muchos creen que hay que estar orgulloso...
5 comentarios:
Sinceramente creo que es el mejor post tuyo que he leido nunca.
Creo que esa fiesta la disfrutaría con el alma, pero es verdad qeu es triste que la gente desde fuera, sobre todo los que no lo aceptan lo vea todo como un mundo multicolor y se queden más con las tonterias que con la reivindicación.
besos mil
Tienes razón, por mucho que ciertos famosos lo intenten de forma hipócrita, todavía no se ha llegado a normalizar por mucha gente, ni siquiera a veces a respetar, la condición sexual de los gays.
También es cierto que flaco favor hacen algunos, con actitudes exageradas que no ayudan para nada a normalizar los sentimientos que puedan tener cualquier persona. Pero ya sabes, igual que en todas las cosas de la vida, cuando hay multitud , tiene que haber de todo.
Un abrazo.
Maldita "normalización". Supongo que por muy orgullosos que cada uno nos sintamos por ser diferentes, en el fondo sólo buscamos la afirmación del resto... y no es "ser", sino "estar"; no es "ser como", sino "estar con" los demás, convivir.
El ser humano ("la gente", ese paquete en el que yo tb estoy, q a veces se me olvida) etiqueta constantemente, encasillando.. somos matemáticos todos...
Bonito post, Ese. ¿Orgulloso de qué? No te voy a remitir a mi blog, junio 2007, pero si te animas a leerlo o releerlo, te digo por qué estoy Orgulloso yo. Y a lo mejor por qué deberías estarlo tú. ¿Te lo digo?
Porque eres Sergio. Porque has luchado para poder vivir tu vida, la tuya y la que la sociedad te quería obligar a llevar. Porque esa decisión tan dura la tomaste siendo un crío, y eso te privó de tanta mierda como nos tuvimos que comer otros antes de aceptarnos, y no porque tuvieras más suerte sino porque eres un peazo de valiente aunque no te lo creas. Y porque gracias a ti, muchas chicas y chicos aprenderán que se puede ser gay o lesbiana o lo que sea, y tirar hacia delante, unos días con sonrisas y con fuerzas y otros deshecho o medio hundido.
Así que el día de tu cumpleaños fue tu fiesta por doble motivo. Porque tú también eres parte del lado más luminoso de un país que poco a poco va aprendiendo a respetar a los demás, a convivir con la diferencia.
Incluida la excesiva, Berto. ¿O es que después de luchar para que cada uno pueda ser como decida, vamos a poner puertas de respetabilidad a los que dan un paso más diferente que el nuestro?
Viva la libertad, viva la igualdad, viva la diversidad. Viva la lucha de las personas lgtb y quienes han estado cerca. Y arriba el rollo bollo, coño. Que este año tocaba a las lesbianas.
;)
Besucos
Me he dado cuenta de que antes olvidé dejarte el enlace de mi post, aunque imagino que lo leyeras en su día :)
http://unsantanderposible.blogspot.com/2007_06_01_archive.html
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