Palabras al vacío en sí mismo. Esto es rizar el rizo. Pero siempre uno se puede superar. Y es que resulta curioso. A una pregunta inocente y directa de una buena mujer, feliz en su contexto, sobre mi estado sentimental me salió solo que sí estoy con alguien: La Sole. Una chica estupenda, de buena familia, bien dispuesta, de palabras amables, físico espectacular, pero que puede convertirse en tu peor pesadilla. Quizá estés en un estado de conexión casi pleno pero, de pronto, quieres acabar con ella y no sabes cómo. Tratas de urdir planes y frases de 'finiquitaun' pero al final siempre se sale con la suya y te acosa cual lapa. Y así pasan los días y el idilio deja de serlo y se convierte en losa. Pero de ese modo escribes la historia de tus días con una dama poco escurridiza, que se agazapa y te encoge el corazón. Así me encuentro, en el sinvivir del amor imposible ad infinitum.
Es un modo de relatar mi estado de las cosas de latido intrínseco. Aunque nada es lo que parece. Y puede que mis anhelos cada vez lo sean menos. Con el tiempo valoro mi individualidad de largo recorrido y presento asqueo ante el pensamiento del compartir. Más en la visualización absurda del mercado en crisis. Pero puede que la sorpresa se haga carne viva y cambie mis designios. Sea como sea, seguiré practicando el contexto.
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