No puedo con los Falsos Aparentes (FA). Los jugadores de la cara versátil. La hipócrita para mantener el interés y las formas, y la despiadada cuando media la distancia. La experiencia me dice que ejercitar siempre la sinceridad es complicado. Incluso incómodo. Sobre todo cuando esa sinceridad puede resultar dañina, especialmente si se conocen las teclas y puntos débiles del otro. Pero considero que de las críticas se construye. Que hablando o debatiendo se extraen conclusiones y acuerdos interesantes. Así que intento hacer de eso uno de mis esquemas básicos. Resultar un amigo incómodo no me importa, si considero que puedo ayudar o despejar nubarrones de mis gentes. Lo que no me gusta es que me tomen por tonto. Que me mientan, omitan o distorsionen realidades para echarlas en cara. Incluso para malmeter con terceros. Es un juego muy sucio en el que no quiero ver escrito mi nombre. Prefiero resultar plano, borde o seco que un falso aparente que culebrea con opiniones o informaciones para enfangar a una persona. Desgraciadamente todos ponemos cara a estos ejemplares que se crecen a cada paso envenenado. Conmigo que no cuenten. Que cuenten lo que quieran y quien tenga alguna duda que me pregunte directamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario