El calor aprieta y los pensamientos presionan por salir a la luz de la injusticia propia o social. Por eso estos días que transito mucho solo por sitios que me pertenecieron para dejar de hacerlo, gravito sobre mi propia idea de vida y mi soledad cimentada en los años, los fracasos, las decepciones, las ilusiones perdidas y la sensación de vacío. Aunque sufro conmigo mismo y mi mecanismo de destrucción masiva, también me reconforto en saber que no estoy subido a un tren de bajo coste y de realidad hipócrita. Con sentimientos falseados por la necesidad y con la idea de ser en suma para no restar en individualidad. Y hablando con buenas gentes, en mi situación o todo lo contrario, caemos en la cuenta de cuánta gente construye una dualidad de paso y se instala en el conformismo sentimentaloide, mientras fantasea con el más allá del rellano y esas otras gentes que despiertan lo más dormido del corazón o los bajos fondos de su propia humanidad.
Siempre fui precoz. Más de pensamiento que de obra. Con ideas claras para bien o mal. Con concepciones firmes sobre mi devenir. Más en el territorio del amorío. Sabía qué esperaba o soñaba. Ese ideal del romanticismo tan manido pero tan recurrente cuando uno piensa con lo racional y no con lo carnal. Allá cada quien y sus dispersiones de sus emociones exprés. Yo siempre jugué en otra liga, hasta que bajé tantas categorías que a día de hoy poco espero de nada ni nadie. Menos en eso del latido rápido y el hormigueo estomacal. Ni los astros ni el más allá se confuabula a mi favor y me aconsejan olvide los episodios enamoradizos. Y en esas estoy, viendo realidades y personas que me dejan perplejo, por los surrealismos varios que hoy salen a la calle, mientras yo masco mi propia amargura. Pero en la tómbola de la compañía no debí coger número. Y aquí estoy, tecleando más solo que la una sin que nadie piense en mí. O no como quisiera. Quizá el tiempo cambie la partida y despida para siempre a esta Soledad, de nombre rancio y pesadumbre total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario