Hoy puede ser un gran día. O no. Al menos algo me cambiará, más allá del curriculum y las experiencias, digo yo que las sensaciones sean proporcionales a la responsabilidad del momento. Y es que si no tenía suficiente con tanto, desde hoy me embarco en las ondas radiofónicas con un nuevo proyecto de nombre 'Contextos Sonoros'. De ahí mi infidelidad, porque de la otra ni ganas ni posibilidades.
Si miro atrás y pienso lo que estoy consiguiendo en tan poco tiempo me asusto. Pero, al tiempo y sin que sirva de precedente, considero que no es más que el fruto de una labranza ardua. Con más o menos valor, lo que he hecho en mi carrera siempre me ha granjeado un paso más. Y espero que el devenir sea un continuo y las ganas infinitas, sin ánimo de escape irredente.
Pero más allá de los agobios que no me dejan casi respirar, pienso que todo (hasta lo peor) me está mereciendo la pena. Puedo decir que me conozco mejor a mí mismo, mis límites y mis necesidades. Ya está bien de vivir tan del aire, de irrealidades que no suman sino todo lo contrario. Por eso tengo que entenderme en primer término y después continuar con la operación matemática que es la vida. Es mi propósito y por ello me voy a afanar. Aprendiendo de lo mínimo que es máximo y consiguiendo relativizar sin dramas vacíos de contenido. Navegando entre contextos (sonoros, también).
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