Solamente puedo decir, gracias por ser así. A todos quienes desde su cercanía me han demostrado y demuestran ese apoyo incondicional. Mi realidad y mi umbral de exigencia me hacen ser un rancio conmigo mismo, de difícil autogestión y emociones en vaivén. Pero si no fuera por quienes me rodean, me soportan y aconsejan no sé qué hubiera sido de este escribano de futuro incierto. Ellos me hacen mejor y me dan motivos de seguir. Por muchas ausencias y vacíos latentes, los latidos pesan de por sí gracias a los afanados en permitirme su amistad.
Claro está que todo es mejorable, pero sería injusto o más si no pusiera en valor la suma de cariños deslatados que voy guardando en mi cajita deseable. Porque no me puedo olvidar de los deseos, de los te quieros que vendrán y de aquellos que sin pronunciar siempre quedarán. Y es que algunos vienen para quedarse en el cardio interior sin fisuras. Frente a los tirititeros que obligan al mal rato. Qué necesidad de perder un esfuerzo en otros por borrar.
Lo grande es el dibujo en sí, de mi vida y de la sonrisa compartida con tantos que hacen el hoy posible. Como me apuntalaron el ayer y me cimentarán el mañana. Sin esa cuadrilla de obreros de la verdad y el cariño gratuito mi inmobiliaria de la sensiblería cotizaría bajo cero. Ahora está en las nubes y eso que hay ... (ponga ahí la palabra maldita).
1 comentario:
Sabias palabras de tu amiga Chus, acuerdate.
Espero que por fin te hayas dado cuenta lo mucho que te queremos y mir como mucha gente se mueve por ti, por Sergio lo que haga falta.
Lo que nos falta a ti y a mi, ya llegará pero no es el centro de nuestro mundo.
Ahora pensemos en futuros pero cercanos retos.
Tu amiga que te quiere más de lo que crees.
Te espero aquí o donde sea.
Beatriz
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