El frotar se va a acabar. Y más cosas. El cansancio de ir de bueno por la vida para acabar escaldado, lo mismo también. Y es que los límites se encuentran cuando las gentes se pasan por su arco del triunfo la entrega y la cercanía de quienes desde la verdad se dan sin miramientos. Sobran los motivos, pero no los dolores de cabeza y más cuando las decepciones se van acumulando para pena, penita, pena. Lo peor es cuando uno vive en su propio limbo, cree que todos son de fiar y se encuentra con sorpresas que ríete tú de las de Isabel Gemio en su época.
Me encuentro cansado de toda esta situación, porque cuando se depositan esperanzas en alguien y se ve rebajado drásticamente, se cae todo. Y por el peso de lo insólito e inesperado. Ante un contexto tan adverso, por mucho sentimiento e incluso amor de frenesí por medio, nada sirve. Porque en otro caso la rueda seguirá su impulsiva marcha frente a las lágrimas consecuentes. Nada que ni una sonrisa de templanza o un roce de optimismo puedan solventar. Sólo son parches, ya ni consuelo. No se puede subsistir emocionalmente a base de restos, de rincones oscuros reservados como regalo de Dioses.
No sé cómo acabará todo esto. La intuición indica a mal.
1 comentario:
De sobras nadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, tu vales un montón por consiguiente(je,je)te mereces lo mejor. Mañana vamos al cine y nos quitamos las penas. Maldito mundo, lo bueno llegará yo tengo intuición positiva y como es femenina gana a la tuya,jajajja,besitos.
Te quiero, no olvides que si te falla alguien simepre hay otra persona esperandote.
Yo, como tu, Te espero aquí
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