martes, febrero 05, 2008

Escape biográfico



Aunque mi ingenuidad caprichosa merecería toda mi atención, prefiero no dar vueltas sobre asuntos que me pueden exponer demasiado o producir un resquemor infinito. Así que opto por seguir dándole vueltas al pasado que tanto se me hace presente estos días. Y de las personas paso a hablar de los momentos, en toda su dimensión. Con o sin diario de. Últimamente tengo regresiones extrañas en mi biografía que por una u otra causa llegan a estremecerme. Lo más curioso es que me cuesta lograr el contexto pasado y asimilo mal lo que pasó. Es como si de pronto te dicen que eres el protagonista de una película que no te crees o de la que te levantarías a mitad de proyección. Me cuesta visionarme y generar esas imágenes nostálgicas quizás porque no sepa recolocar en su medida acontecimientos que me marcaron y que a día de hoy son cruciales en mis entendederas y en mi mismidad.
Aspiro a que no todo el gentío convalide y con nota su historial, porque quien más y quien menos tiene episodios para negar, olvidar o enterrar. Yo no me libro, pero me entristece llegar a la conclusión de que nunca me reconcilio con un pasado cargante de situaciones indeseadas y vivencias que van de lo tenebroso a lo oscuro. Pero es que tampoco logro reubicar el puzzle de los supuestos buenos momentos. Puede que una autoexigencia desmedida y unos baremos contradictorios me torpedeen el ejercicio integrador de esa amalgama difusa de yoes. Puede que todo suene a paranoia de un ocioso sin mejor plan que estrujar una mente poco activa. Será eso. O será la necesidad de entenderse a uno mismo para crecer. Porque hoy me siento vacío, sin contenido como si lo que quedó atrás no haya sumado en mi mochila de vida. Una injusticia que mi psique me otorga y que me niego a asumir así como así. Porque somos producto de pasados, gratos o no, que nos hacen un todo absorvente y en constante evolución. En la operación matemática de nuestra biografía ser un escapista de realidades podría considerarse un talento. Pero aseguro que no lo he ejercitado conscientemente. Desgraciado soy...

6 comentarios:

SemiSueca con frío dijo...

Más que en el pasado, piensa en el futuro.

Recordemos o no, pensemos que fuimos o que hubimos sido son todo pasados del presente.

Sólo el futuro, en mi opinión, podrá llenar ese vacío de la psique o de lo que fuere.

Afrontemos y veamos el futuro con energía y optimismo.

¿quedamos ya?

Besos ya de martes... ;)

Anónimo dijo...

Supongo que es normal esa reacción. Cuando pasan cosas malas nunca queremos ni creemos que nos pasen a nosotros. Pero la vida es así de perra... o de sabia... porque aunque no lo aprecies ahora, todo lo que nos pasa es por algo, nos enseña y nos hace crecer como personas. Sólo está en ti el aprovechar estas enseñanzas (a veces crueles) de la vida.
No lo olvides, por favor. Si no notas el peso de la mochila de tu vida igual es que ha llegado el momento de cambiar de equipaje: vida nueva, mochila nueva. A eso lo llaman futuro.

Te quiere desde Cádiz...

Anónimo dijo...

estaba pensando en mi comentario cuando me di cuenta que queria ponerte lo mismo que semisueca,añadiendole un monton de besos, de animos.sabes que te quiero.

Neraka dijo...

Igual que lo único que no engorda es no comer, las únicas experiencias que no "suman nada a nuestra mochila", son las que no vivimos.

No creo que las cosas pasen por una razón, por el destino, porque no tienes que pasar. Las cosas pasan porque pasan y lo único que se puede hacer es aprender todo de ellas.

Ahora no lo ves claro, porque está muy reciente y aún no ha posado, pero en un tiempo te darás cuenta que lo vivido te ha hecho avanzar. Hacia dónde aún está por ver.

Y lo malo nunca se olvida, pero se supera y se pierde entre nuestros recuerdos. Sigue ahí para ayudarnos a no repetir nuestros errores, pero con el tiempo se convierten en mecanismo automáticos a los que ya ni damos importancia.

Todo pasa.

Unknown dijo...

Sergio sabes que no me gusta nada oirte hablar así. En realidad estoy segura de que tienes un montón de buenos momentos de los que acordarte y de los que un día fuiste protagonista. Seguro que han sido importantes no solo para ti, sino para quienes te rodean.

Me parece una falta de respeto que no los valores porque de alguna manera haces daño a quienes te han acompañado en ciertos trayectos de tu vida.

Se un poco más positivo y cuidate ese pesimismo!!!!!!!!!!!

Un besazo guapisisisisisimo!

Anónimo dijo...

madre,ole,ole y ole lo que ha dicho leticia.Animo!!!!!!!!