Odio los domingos. Es una de mis frases recurrentes y reflejo que pasa el tiempo y nada cambia en este séptimo día que no cobra sentido. Un día oscuro, lluvioso, de nadismos como el de hoy incita a refugiarse al calor de una manta cual segunda piel y dejarse llevar por el tedio hasta que el reloj marque una cita con el sueño. Y así gira la rueda como la noria y el hoy es mañana.
Por suerte o por desgracia hoy el contexto no me pertenecía y me quedaba lejos. La gala de los Goya reclamaba la atención pero la Diosa me concedió la presencia de una amiga infiltrada para saber las sensaciones y titulares del evento más cinematográfico del año patrio. Donde esté el vivo y el directo que se quite ese diferido rancio de los tiempos de maricastaña al que nos viene sometiendo el ente. Y para más inri con un Corbacho como maestro de ceremonias cuando está más pasado de vueltas que la noria. Sus gracias no lo fueron y su presencia llamaba más al vómito que a la carcajada. En fin. Otra decepción reseñable fue la alfombra, verde como los prados verdes. Y repleta de publicidad. Lo que introduce al star system un nuevo elemento: la alfombra anuncio. El poco glamour desplegado se evaporaba a la voz de ya...
Por capítulos. En el de moda. Diez para Goya Toledo y Silvia Abascal. Siete para Mó, Belén Rueda y Bárbara Goenaga. Cinco para Maribel Verdú y Najwa Nimri. Y del todo insuficiente Silvia Marsó, Blanca Portillo y Verónica Sánchez. Aunque para gustos, los colores y los diseñadores. No es cuestión de argumentar cada estilismo pero no era difícil establecer niveles de excelencia a la moda de las actrices. Todas de prestadillo, disfrutando de un momento Barbie inigualable. De los chicos me quedo con ese par de guapos chulescos que formaban Hugo Silva y Alejo Sauras. Tengo un cariño especial a este último, un pequeño gran actor que penetra con la mirada. Y lo digo con conocimiento de mirada...
En cuanto a premios, el titular se lo lleva Jaime Rosales y 'La Soledad' que con los Goya a mejor película y mejor director hizo añicos muchas quinielas. Muy merecido, por lo que dicen. Espero poder rescatar el visionado tras estos días perdidos... 'El Orfanato' sumó muchos, pero especiales los de director novel para J.A. Bayona, al que siempre aplaudiré por sus vídeos de OBK y el guión original de su compañero Sergio G. Sánchez. Su compañera de cinta, Belén Rueda se fue con las manos vacías pero no hay que ser acaparadora. Era el año Maribel Verdú que parecía estar soñando sobre el escenario. Justo y con sentido. El actorazo del año, el simpar Antonio San Juan al que agradezco su petición de disolución de la Conferencia Episcopal. Los de reparto cayeron en José Manuel Cervino y Amparo Baró. Un reconocimiento al buen hacer y a la prestancia en la pantalla. Y el terreno novel se llenó de la energía de Manuela Velasco, mi preferida, con esa frescura innata de una niña pava pero que ha sacado adelante un proyecto con intríngulis. En el apartado masculino los votos respaldaron el trabajo de José Luis Torrijo, que completó el triplete al que optaba 'La Soledad'. Lo que sí me hizo feliz fue el premio para 'XXY', una propuesta arriesgada que visibiliza lo invisible y da voz a los olvidados con un tacto y mimo únicos. Al final, muchos discursos, muchos intentos de buena cara y al final la ficción siempre es la que manda en una gala así. Por lo que premia y por lo que evoca. Amén de lo que se ve entre butacas, con esa serenidad y buenrrollismo impostado. Siempre es igual.
De lo que todo el mundo hablaba, además de las tonterías a raudales de Corbacho&Cía, era de la ausencia de Javier Bardem. Y eso que ganó premio como productor de documental por 'Invisibles'. Seguro que se lo comunicaron para presionar su asistencia pero quizá prefirió pasar una noche de hotel cinco estrellas con PeNe y reírse de las inmundicias de la industria patria cuando ellos vuelan a otro nivel. Así que cedieron el papel de la más estrellona a Elsa Pataky menos ella que nunca, porque esos retoques ya no lo son tanto. Qué memoria historia la suya si se retrotrae a tiempos en que salía de clase con los morros pintados en rojo pasión. Curioso fue el discurso entrecortado y sin orden ni concierto de Alfredo Landa. Se las prometía felices de hacer doblete tras el honorífico, pero le salió mal el órdago. Uno y suficiente.
Poco más me queda que decir a no ser que me cuenten algún chisme de interés popular y contextulizado. Cuando se sepa, en exclusiva en el blog. Ahora opiniones, chascarillos, críticas, aplausos y demás loas. Los comentados de contextos son vuestros.
3 comentarios:
Hombre, Corbacho no estuvo tan mal. Lo de la alfombra verde me lo salté, pero qué pesados con la publicidad y el diferido: anuncios por aquí, anuncios por allá...
¡Qué grande Alberto San Juan y su discurso! Hablamos, besos bajo las estrellas ;)
POs yo quiero poner mi punto frívolo para estar en desacuerdo con mi adorado ese. me encanto silvia abascal,goya toledo,maribel verdúy blanca portillo.bueno, vale, no estaba nada mal mo,jejjej.pero que modelazo el de ele saab, por dios.tb era precioso y estaba espectacular la "achinada poso con mi culo" elsa pataky que se haga lo que se haga está monísima pero es tan emaplagosa.........besazos y felices oscars que es loq ue mola,jjejjajaj
Jolín Copito, te hemos visto el plumero... ¡viste los Goya en vez de estudiar!
Desde aquí denunciar a Najwa Nimri y su vestido, que no le acababa de encajar del todo (véase parte de los hombros). Sí, Silvia Abascal guapísima, pero excesiva de cola...
Por cierto... la voz susurrante de Najwa es cada vez más susurrante... ¿como será eso posible? Dentro de poco no la oíremos ni con micrófono a tope... esto sí es un expediente X
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