miércoles, marzo 08, 2017

Con todas las letras



Ellas. Vosotras. Que sois más que un 8 de Marzo. Que sumáis luchas, silencios, espantos. También talento, personalidad, sueños. Sois todo, sin pedir nada a cambio. Al menos es mi experiencia. Sin duda, ¡os debo tanto! Muchas presentes, fuertes, capaces, constantes, fieles y determinantes en el latido que nos une. Otras ya lejanas, pero dueñas de un trozo de mi biografía. Nunca entendí mi vida sin vuestras miradas. Aprendí (y aprendo) de vuestro universo, de la verdad que envolvéis en ternura, en esencia pura. Elogié el valor que os definía y aplaudo el que aún hoy defendéis. Muchos se minimizan a vuestro paso, pero nunca fue mi caso. Crecí rodeado en femenino y con orgullo lo escribo, lo siento, lo comparto. El tiempo os ha hecho justicia, por méritos propios, pese a gigantes y estorbos. Derribando absurdeces, demostrando hasta lo innecesario. Aunque chirríe, el surrealismo os engrandece, porque no os dejáis vencer. Incluso subidas a tacones de infierno, siempre plenas de sentimiento y voluntad. Os cuentan en cuentos de princesas y reinos, pero no necesitáis el vestido ni la corona para brillar y conquistar. Yo trepé hasta vuestras torres para encontrar historias y escribirlas juntos. En momentos, eso me valió insultos y hubiera sido ridículo abandonar nuestros mundos. Porque en ellos me encontré y me ayudasteis a ser, con todas las letras. Las mismas que ahora junto, porque os merecéis mi homenaje, mi agradecer profundo.