miércoles, diciembre 25, 2013

feliz ná ná ná ná



Brindo por resacas de buenas energías,
momentos únicos y miradas cómplices. 

¡Que el Almax sea contigo! 

Besos y abrazos a repartir, Sergio

viernes, diciembre 20, 2013

100%



No es mi estado de ánimo (ya me gustaría). Ni el nombre de un nuevo proyecto (no lo descarto). Tampoco el de un grupo o espectáculo que quiera reivindicar (no sé si tal cosa así nombrada existe). Lo que quiero reflejar es un nuevo síndrome de este siglo tecnológico, el del '100% de la batería del móvil'. Vivimos pegados a nuestros teléfonos como extensiones impropias de nuestra persona. Malgestionamos una dependencia absurda y complicada que nos lleva a situaciones bochornosas. Llegamos a desatender a la persona que tenemos enfrente por enfrascarnos en tonterías varias que nos llegan instantáneamente o por otras conversaciones que somos incapaces de aplazar a otro espacio/tiempo. Y a todo esto, nos entran los siete males cada vez que asistimos a la caída progresiva de la carga de nuestro terminal. Reconozco que soy de los enganchados oficiales con enchufe portátil. El efecto cargador. Cierto es que por cuestiones de trabajo lo preciso, pero reconozco que las ocasiones que no tengo posibilidad de recarga me consumo yo más que la low battery. Nos han hecho creer que sin estas herramientas de conexión no somos nadie ni nada. Y es una gran mentira. No hay más que retrotraerse a nuestra propia biografía y recordar lo felices que éramos con nuestros cauces comunicativos tradicionales. El otro día tuve ocasión de pasar por una oficina de Correos y me emocionó saber que hay muchas personas que aún confían en los envíos clásicos. Algunas amigas entrañables no faltan cada año a su original postal de felicitación y me emociona recibir el soporte en papel, con sus letras y emociones intactas. No quiero ser una víctima tecnológica ni sufrir por la nula capacidad de aguante de los aparatitos movilizados. Me pienso en momentos ridículos maldiciendo la ausencia de batería y restando así otros momentos de vida que no se transmiten a través de una pantalla. Nos estamos olvidando de la piel y las miradas y eso resulta preocupante. Escribo esto con mi teléfono al 100% y la pila rebosante. ¡Qué cosa!

domingo, diciembre 08, 2013

Latente



Hay momentos que se guardan en el cajón de los inolvidables por derecho propio. Como lugares que te atrapan y pasan a ocupar un espacio privilegiado en tu ruta de imprescindibles. Y, desde luego, personas que se ganan el billete sin retorno en tu biografía. La realidad no siempre aúna tales maravillas. Cuando eso sucede, algo se paraliza y cristaliza para bien. Quien lo haya vivido, sabe de lo que hablo. Por suerte, este pasado viernes tuve la suma genial de perfecto momento, maravilloso lugar, increíbles personas. Meses de trabajo después el calendario marcaba la fecha indicada para la grandiosa presentación de la nueva colección Spring/Summer 2014 de mi amiga y jefa Trinidad Castillo. Siempre discreta y prudente, poco me había contado de los diseños. Su buen hacer aseguraba emociones fuertes pero, esta vez, rompió todos los esquemas y creció hasta infinito. ¡Artista! Alguien como ella necesitaba un espacio que conquistar. El ejército del buen rollo activó sus resortes y nos encaminó al rincón más mágico que una ciudad como Santander jamás pudo soñar. Su nombre resume su esencia cautivadora, La Nave Q Late. Había visto imágenes y pedazos de otros encuentros inspiradores, pero uno no late del todo hasta que no se pierde en su inmensidad. Quienes disfrutamos con crear y dar vida a escenarios de ilusión tenemos allí un sueño hecho paredes, pequeños grandes detalles que magnifican el todo y, lo que es más importante, un equipo humano que capitanea con talento único esta casa polisémica.

El día fue la sucesión de cómplices y miradas de entendimiento sin palabras. Como la propia colección, de nombre 'Mímica'. Cuidamos cada mínimo elemento, para entrelazados enamorar en las distancias cortas. Teníamos entre miedo y expectación por la gente que entregara su corazón y cada latido a un espectáculo en el que la moda era el telón de fondo de armario. Pero las expectativas se superaron con un éxito arrollador en un día de fiesta. La ansiedad del lleno, por favor se había esfumado. Tener a las modelos, elenco perfecto de bellezas de sonrisa profunda y maniquís a la espera del guante hecho trapo fashion, nos tranquilizó. Más sabiendo que sus gurús son dos damas de la pasarela como Betty y Marta, de MB agencia. Mis otros compañeros, los creativos y estilosos Chesan se enfundaron el traje de la elegancia para crear unos looks de altura. ¡Qué arte! Son genios en feminizar y transmitir sofisticación. Orgulloso de su trabajo y de mi tupé de altos vuelos, rumiaba los últimos momentos previos al show. La liturgia del espejo, vestir mi personaje de palabras. Cómo no, con un look Trini, tirantes, pajarita inquieta y una americana sencillamente maravillosa. Nazim/Wacho musicalizó con su saxo la apertura, ante la expectación colectiva por unas creaciones que alegrarán vestidores. Pisé fuerte y desde mi corazón hablé de la anfitriona, su personalidad, su curriculum, su verdad tan ella. No había guión porque no era necesario, con hablar desde lo profundo todo fluiría. Y así fue. Comenzó el serpenteo entre luces de modelazos a medida, apuestas por una mujer rompedora, entregada a gustar y decidida en sus cortes. Los tacones de vértigo, los conteneos, los aplausos, los flashes, nuestros nervios... Nuestra matemática era como el mejor de los sueños. Dieciséis. No era un número, era la plasmación de un talento empatronado. Con su timidez, la autora apenas quería sacar cabeza en el festín. Los micrófonos revoltosos accionaron la improvisación y el gracias mayúsculo a un equipo que demostró excelencia personal y profesional. Brindis y surrealismos se sucedieron después, con alguna que otra avecilla imprevista de sinhueso desmedida. Pero nada ni nadie minará una noche que se escribió desde lo auténtico, la pasión, el sentimiento. Si la moda tiene algo de frivolidad se evaporó con tantos latidos.

No quiero que pase mucho tiempo hasta experimentar algo así. Es egoísta, porque me sentí especial en un contexto mágico. Quiero latidos. Quiero moda. Quiero siempre rodearme de profesionales y no de fantasmeos absurdos. Quiero cerrar los ojos y no escapar nunca de aquella sensación....

foto original: Mela Revuelta 

jueves, noviembre 21, 2013

Amiga mía



Hace mucho que no te escribo. Más bien porque te veo a diario y te cuento mis males. Y, como bien sufres, me recreo en los tuyos. Los años no sé si nos han sentado bien, pero nos han dado un conocimiento mutuo que nos permite licencias. Intento recordar cuando te conocí, pero me resulta imposible. Me contaron que siempre me pegué a ti con pasión y los ojos bien abiertos. Tenías todo lo que yo quería ser. Te recuerdo en colores, con sonrisas, música, siempre brillante. Sí que no olvido los primeros juegos contigo, protagonista indiscutible de los encuentros con mis primos, porque eras incapaz de pasar desapercibida en nuestras vidas. Me aportabas ideas, ilusión, imaginación... El tiempo ha cambiado esos valores, porque según te he ido conociendo he sabido que, en fin... Ya me entiendes. Desde bien peque tuve claro lo que quería estudiar, porque tú te encargaste de encandilarme con tu esencia. Pasé por idas y venidas, conocí a gente irrepetible, compaginé estudios y trabajos incipientes, pero nunca logré sacarte de mi cabeza. Seguro que tú recuerdas mejor que yo los primeros tonteos, esas miradas que no se olvidan, los nervios en el estómago, el qué dirán, la responsabilidad... Y también las palabras de apoyo y los gestos de confianza y el saber que contigo, más bien dentro de ti, era feliz. La vida y sus circunstancias no siempre nos unió como me hubiese gustado. Me tenías conquistado hasta los huesos y te hacías la remolona.

Siempre bien enchufada, apostaste por otros enchufes para hacerme sufrir. Pero me tomaría mi dulce revancha. Dicen que después de la oscuridad se ve la luz. Mi biografía es el reflejo de eso y así pude reconciliarme con tus destellos de la mejor manera posible. De poco a poco, con entusiasmo a raudales y con la suerte de caer de pie en una montaña por ascender juntos. No habrá mayo que no recuerde esa fecha que marcó el principio de mi todo real, el de nosotros, con libertad, con sueños y cómplices. Esperé algo desesperado, pero lo conseguí. Esta vez no pensaba apartarme de tu objetivo, que es el mío. Ganamos aliados y disfrutamos como enanos haciendo lo que nos salía de las entrañas, que tú disfrutabas en compartir con tanta gente. ¡Gracias! Luego vinieron los contextos para olvidar y las personas que se ganaron con empeño ese mismo olvido. Pero juntos habíamos ganado la batalla a los descreídos. Nuestra relación no tenía límites y así me olvidé de mi. Por ti. Pero lo haría mil y una veces. Aquel aquél final fue entre raro y abrupto, pero ya te habías colado del todo en mis adentros. Busqué con insistencia nuevos encuentros geniales, hubo flirteos con más o menos fortuna, porque hay que ver lo escurridiza que eres. Seguí con mis aspiraciones mirándote desde la distancia, pero entendiendo que el tiempo nos fundiría. Lo intenté en lugares insospechados y hasta me arruiné por aprender de quien se erige sabedor del romanticismo de éxito, contigo como objeto de deseo. Nada consiguió ni consigue que volvamos a susurrarnos nuestra erótica bien entendida. Te sigo y me huyes. Teorizo y analizo cada uno de tus pasos y paseantes, a ver qué conclusión saco. Y hoy lo tengo claro, tengo que pedírtelo, querida amiga: ¡Échame un cable! Te quiero, te deseo, te necesito...

HOY, 21 DE NOVIEMBRE, SE CELEBRA EL DÍA MUNDIAL DE LA TELEVISIÓN. A ELLA, POR ELLA. 

lunes, noviembre 11, 2013

Escríbete



Los días siempre son una fecha. Y la de hoy es de esas que uno recuerda. Más si compra el cupón. Por la redundancia numérica que nos hace gracia, más que nada. Porque, al final, cada 24 horas que pasan son una oportunidad. Y la necesidad de convertir cada momento en algo especial. Nos empeñamos en grandilocuencias, en metas montañosas, en absurdos de frustración y menguamos el disfrute intrínseco de la realidad. Como corderitos nos dejamos llevar por la prisa colectiva y la ansiedad de vida. Así transitamos entre picos psicotrópicos de emociones y lamentos, entre risotadas histriónicas y latidos descompasados. Vamos de un extremo a otro sin pasar filtros y acusamos tanta vorágine en suma. Está claro que hay muchas circunstancias que se nos escapan, pero tenemos un poder inmenso de decisión. El de marcar el estado de nuestras cosas, el de entendernos y escucharnos para bien. Empezando por nosotros mismos y extendiendo después el ejercicio a los demás. Y desde ese punto, construirnos en positivo, relativizar para bien y atinar los impulsos. Sí a la terapia de contextualización perfecta, no al machaque perturbador de sensaciones.

Quien inventó el pesimismo se retiró a las Maldivas. Nos dejó una papeleta guapa y un baile non stop con la más fea. En cambio, el ideólogo del positivismo se las ve y se las desea para inocularnos con su esencia. ¿Por qué? Nos va lo duro y sus efectos en cascada. Almas de cántaro roto... Necesitamos reaccionar y accionar nuestros pasos. Suficientes nos vienen dadas como para no esquivar de serie. Pero no quiero dejar constancia del once del once como una pataleta hecha palabras. Todo lo contrario. Quiero levantarme con pasión hacia un mundo que necesita valientes, energía a raudales, decisiones y apuestas de corazón. No me vale un no, porque hay otras dos letras que nos mantienen despiertos y siempre alerta. Porque podemos, sabemos y debemos. Quererse no es un trámite, es una máxima. Y a quien no le guste que mire su ombliguismo. Mañana es un folio en blanco que espera párrafos auténticos. No olvidar las mayúsculas ni los puntos suspensivos...  

jueves, octubre 31, 2013

Destumbados



Con la tontería de la celebración de la noche más mortal, quiero dedicar unas letras a la necesidad de VIVIR. Así, en mayúsculas por definición y necesidad. Puede que la realidad se empeñe en avinagrar nuestros días, que suframos fantasmas innecesarios, que nos superen los miedos... pero todo eso y mucho más, nunca podrá alejarnos de nosotros mismos y nuestra supervivencia feliz. Se nos escapan hechos, datos, miradas, besos por perdernos en absurdeces innecesarias. Nos restamos momentos por achicarnos sin remedio. Y no podemos permitirnos el no estar en el primer lugar del ranking. Quererse no debe ser un esfuerzo, sino la respuesta natural hacia el bienestar incuestionable. El hoy puede esfumarse, nuestro castillo de naipes imaginario venirse abajo, y ¿qué será de nosotros? No podemos preguntarnos eso, porque si hubiera un final debemos llegar con todos los deberes hechos y con nota. Descargarnos de negatividades y sonreír a nuestro verdadero yo, siempre. En plena redefinición de mi esencia, conquistando espacios y encontrándome en un nuevo contexto, creo que he perdido mucho tiempo y me da rabia. Pero no emplearé energías en remover ese lamento, sino en construir y sentirme pleno. Puede que haya bajas y cambios notorios, pero será por mi apuesta personal por mi propia persona. Estoy cansado no, lo siguiente, de esquemas dependientes horribles, de actitudes ajenas reprobables. Puedo y quiero un mundo, el mío, mejor. Con calaveras, con una oscuridad minimalista y la oportunidad de sentirme más vivo. Y tu cementerio, ¿es serio?

jueves, octubre 17, 2013

Chute de fama



Y tú, ¿qué quieres  ser  de mayor? Famoso. Es la respuesta recurrente de la mayoría, cuando no son más cutres y se conforman con llegar a 'concursante de GH'. Vaya futuro, con este nulo presente estamos como para proyectar... Con éxito lo está haciendo 'The Bling Ring', el nuevo ejercicio en fotogramas de Sofia Coppola. En esta ocasión se basa en un artículo brutal de Vanity Fair sobre una banda de chicos adictos al robo luxury en casa de ricas, famosas y tendencias. Léase Paris Hilton, Lindsay Lohan, Rachel Bilson, Megan Fox, entre otras... El retrato es vertiginoso y crudo a la vez. Una generación joven tan perdida como encontrada en el fango de lo frívolo. Las necesidades se voltean y las aspiraciones se trasgreden todo con el objetivo de alimentar el vacío personal. Talento interpretativo, oropeles de moda y una potente banda sonora construyen un relato de máximos, el de unos amigos que apuestan por el frenesí del riesgo. Ladrones de lo chic encantados de conocerse y publicarse en los muros del caralibro. En una sociedad pervertida es lógico que se manifiesten semejantes ejemplares sin rumbo, atrapados en sus ciegos lúcidos.

Aspirantes a alfombra roja hay muchos, pero propietarios de talento real sólo unos pocos. La gloria no es un bien común. Soñar es un ejercicio necesario, pero también peligroso. Porque se puede ir de las manos, como ocurrió con las protagonistas genuinas sin descalzarse sus Louboutin. Los brillos mediáticos, el papel cuché, las fiestas de neón, todo eso esconde caras peripatéticas. Los gurús de la cosa celebrity no pueden permitirse mostrar toda esa mierda, porque caería su imperio. Pero hay que saber mirar más allá y entender que la fama no es la panacea. ¿Contamos juguetes rotos? ¿Vidas destruidas? Luego están los dobles discursos moralistas, que ahora se han puesto de moda. El apartarse del circo que algunos crean. ¡Sálvese quien pueda! Hipocresía previopago. Yo siempre defiendo el trabajo, la verdad y la esencia personal. Lo demás son formas de prostitución más o menos mercantilizadas. Por eso me da rabia que haya tanta dependencia de esta vanidad expuesta, tanta banalización de profesionales/profesiones en pos de poses. Cuida tu ego, que a una mala se hace más grande que tú y no entra ni en tu ropa. ¿Estás seguro de lo que quieres, muchacho? Entra al agujero y luego me cuentas. 

jueves, octubre 10, 2013

tú SÍ, tú NO



La acritud de los tiempos, no sólo nos limita, digamos que nos merma. Y es una pena. Porque todos (o casi) tenemos un potencial enorme, que la circunstancia se ha empeñado en volar por los aires. Así, es difícil recuperar conceptos como ilusión, sueños, proyectos... Nos hablan de emprendimiento, pero no de miedo, riesgos, vacíos legales, ruinas totales... Con este estado de las cosas, me sigue tocando algo más que la moral que haya bendecidos por la gloria del enchufe. Dedos certeros que posicionan el talento escondido y niegan a los profesionales su sitio. No culpo a quien deja fluir un contacto y se regodea en esa condición eléctrica, denuncio a la persona(s) que aúpa(n) engendros como especialistas sin mérito alguno. El bucle se antoja así infinito y la paranoia de quienes intentan sacar la cabeza crece y crece. Hace escasas fechas presencié una de estas majaradas. Con dinero público, alguien decide otorgar poder al ente ejecutor inadecuado. El resultado, tal cual la acción. Un quiero y no puedo, donde se premiaba más la frivolidad que la capacidad. Siempre supimos que la clase política hace y deshace a capricho, pero poner la cara a sus propios encargos que resultan una broma. (¡!) No somos tontos, por mucho que nos tomen por tal cosa. Indigna que el trabajo no es un baremo real para estos órganos de decisión. Entregados a apelliditis, mariditis, favorcitis, jabonitis... Me entristece plantearme si cometí un error garrafal decidiendo que la comunicación fuera mi profesión. Es mi vida, mi latido, mi yo... Pero con semejante panorama, con los aplausos robados y regalados a la mamarrachería, me pienso fuera. Me dibujo en un contexto menos tóxico, de miradas limpias y compañerismo sujeto a definición, no a zancadillas. No quiero esto, para nadie, porque pienso en el caldo de cultivo pésimo que dejamos a generaciones futuras. La corrupción cotidiana nos asfixia y seguimos anclados en la pasividad. El temor a reacciones fatales, tachones de lista por siempre jamás, olvidos sin conciencia... Siempre hubo consencuencias, ahora hay depresiones sin resolver. Parece que tenemos que seguir tragando escombro, mientras presenciamos la tendencia de los usurpadores. Sus contoneos de éxito prefabricado me hastían. Un poquito de conciencia, una suma de saber hacer, todo para lograr un resultado honesto, transparente, no un cuento para no dormir.

P.D. Si te das por aludido/a, ¡enhorabuena! Antes era la muñeca chochona, ahora te ha tocado otro premio... Pon tú el nombre... 

viernes, septiembre 27, 2013

Guarida Calavera



Escribo estas letras en el salón de mi nueva casa. Un mes después de mi llegada a la capital han pasado muchas cosas y todas buenas. Estoy muy animado, con la ilusión modo in crescendo, y las ganas de dar mucha guerra. No sé dónde ni a quién, pero es lo que quiero.  Es una sensación rara estar en un espacio que voy a hacer del todo mío. Ya estoy en proceso. Y me encanta. Porque necesito mis cosas para sentirme en el lugar adecuado. Desde ahora, mi piso queda bautizado como Guarida Calavera. Y tengo la intuición que aquí seré muy feliz. Viviré solo, con mis circunstancias, pero lo necesito. Mi punto es reencontrarme y redefinirme positivamente. Veremos qué pasa. Gracias a las demostraciones de amistad (tantas) y a la fuerza superwoman de mi señora madre, el tránsito ha sido posible. Soy un afortunado. Por lo demás, he acabado mi novela y ya está rumbo a ser escrutada por señores sabios de la cosa literaria. Mi comité lector solo arroja críticas positivas, lo cual me hace sentirme orgulloso. No ha sido un camino fácil, más que nada por mis altibajos personales y mis picos de euforia profesional. Pero el momento siempre llega y el de #soy es ahora. En cuestiones laborales pasan cosas que no se pueden contar aquí. No es fácil romper con los muros absurdos que esta sociedad ha cimentado. Los contactos se antojan básicos. Aunque los retos están para mirarlos cara a cara. Con valentía. Las ausencias se definen por sí solas. El cariño llena vacíos. Y la emoción no descansa en esta aventura. Nunca más quiero ser espectador impasible de un mundo que se alimenta de acción. Me reafirmo en la decisión de apostar por el cambio, el darme la oportunidad robada de ser yo, de hacer lo que me gusta, de querer sin censuras. Queda tanto por hacer, que dejo esto en punto y seguido.

miércoles, septiembre 18, 2013

Suma de queremos



Esperando nuestro momento podemos perder mucho más que la fe en nosotros mismos. En estos tiempos de noes y absurdeces generalizadas más vale quitarse toda la ropa, y más los complejos, y enfundarse el disfraz de superhéroes de lo cotidiano. Porque tenemos miedo, sí, pero podemos y, es más, queremos. Queremos una vida. Queremos que nuestras ilusiones sean realidad. Compartidas o no, a elección. Queremos soñar sin que nadie nos quite el sueño. Queremos querer, por supuesto. Pero querer bien. No como tú. Queremos apostar, arriesgar, avanzar y construir con tantos verbos que empiezan por A. Queremos creer. Porque lo contrario nos mina y encoge el alma. Queremos compartir momentos, escribir biografías inquietas y recuerdos perfectos. Queremos sorprendernos. Para bien, que conste. Queremos abrir mucho los ojos y más el corazón. Queremos hablar de sentimientos y emociones. Terapia colectiva, amigos. Queremos identificar lo sobrante/tóxico/fatal. No pasa nada por filtrar. Y olé. Queremos entender que los imposibles sólo están en nuestras cabezas. Queremos hermanar conciencias tranquilas, no tránsfugas olvidables. Queremos salvar distancias. Queremos no ser nuestros mayores enemigos. Queremos miradas. Queremos más. Me pido infinito. Queremos que esta suma de querer no sea letra mojada. Queremos porque lo natural es querer sin limitarse. No hay querer sin argumento. Ni argumentos para echar por tierra tus quereres. Sea como sea quiere, vive, siente, sonríe y... 

jueves, septiembre 05, 2013

Dentro



Tenemos muy asumido que medio mundo hable del otro medio. Pero pocas veces nos paramos a pensar: y con nosotros mismos ¿hablamos? Y si lo hacemos, ¿es desde la verdad? Por lo general cuesta pararse y adentrar en el universo intrínseco. Por miedo, por desconocimiento, por desgana... Abandonamos nuestras emociones, desoímos nuestra pulsión interna, las necesidades más básicas... Lo hacemos priorizando absurdeces, catapultando historias a máximos, invirtiendo la jerarquía que nace de nuestros adentros. Es una pena que la gente no se mire, que haga poco o nada por entenderse, que racanee los espacios de liberación emocional. Tanto que perseguimos felicidades, bienestares, plenitudes varias, debemos empezar por cimentar nuestro autoconocimiento. Sin pudor, con la coherencia o todo lo contrario que nosotros mismos tracemos.

No hay que acomplejarse por sentir, por dudar, por cambiar de opinión, por vivir. Lo triste es airear una versión vacía o travestida de uno mismo, desconectada del yo auténtico. Seguimos muy incomunicados. Nos cuesta abrirnos en el canal del tú a tú, de las palabras, de la honestidad. No promulgo kamikazes del 'lo suelto todo', pero sí personas libres. No entiendo a quienes mantienen relaciones, del tipo que sea, por una incapacidad de poner límite. O un conformismo inaudito. Los discursos deben ser el reflejo de nuestra naturaleza, no de un guión de circunstancias. Canalicemos nuestra psicología sin vergüenza. Escribamos nuestra historia con sus luces y sombras. No tapemos construyendo una farsa. Eso se termina cayendo y quedamos expuestos, frágiles, en shock. Quererse bien implica trabajo, documentación, sonrisas y lágrimas. ¿Estás dentro? 

martes, agosto 27, 2013

Adelante



Hoy es el inicio de muchos hoy por escribir. Un cambio de residencia. De aires. Un giro necesario. La ruptura con unas circunstancias nefastas. Una suma de ilusiones por desatar. El resultado lógico frente a la frustración. La respuesta al momento. Incertidumbres todas. Miedos los necesarios. Pero necesidad, mucha. Creo que apostar por esta huida me hace bien. Potenciará no sólo oportunidades, también sueños que esperaban en un cajón.  Dejo cariños y miradas que lo son todo, pero me encuentro con compañía genial. Con quereres auténticos. Buscaré el equilibrio y pretendo adaptarme sin caer en los excesos de una ciudad en constante ebullición. Conozco las consecuencias y no quiero ser víctima del ansia de vida que por aquí se respira. Mi objetivo es otro, la estabilidad que la realidad me ha arrebatado repetidas veces. Y como querer es poder, hago del ADELANTE mi eslogan. Defiendo mi propio marketing personal, mi talento y aspiro a disfrutar de mi libertad. Suena tremendista, pero me he sentido un tanto preso en medio de fuerzas del mal. Por eso el escape se antojaba vital. Y luego está la crisis de treintañero, que asumo me ha abofeteado. No me puedo quedar cual pasmarote esperando. Siempre esperando. A que tú reacciones. Por fin. A que yo me quiera. Del todo. A que el mundo laboral se recomponga. NO. Hay que pasar a la acción. Resolver. Ser esto que llaman proactivo, en términos de postureo profesional. Escribo estas líneas con la emoción de seguir descubriendo, de rodearme de energía, de entenderme más y mejor. Nunca me iré del todo. Ni quiero ni debo ni puedo. Pero era ahora o nunca. Madrid, soy todo tuyo. Y tú, ¿serás mi cómplice? 

¡Que comience el espectáculo!

miércoles, agosto 07, 2013

Ineptos



La vida sin obstáculos nos parecería aburrida. Sin ejemplares innecesarios, por no decir necios, absurdos, patéticos, igual. Es más, en el colmo de nuestra incoherencia nos buscamos problemas cuando no los tenemos, nos enrollamos con personal tóxico anulando los buenos sentimientos. Y así, en bucle, transitamos de la risa al llanto, del amor al odio, de la necesidad al desprendimiento… Polarizamos toda nuestra existencia de modo reduccionista, así nos es más fácil entender nuestro mundo y el de los demás. Y muchas veces perdemos la cordura por el estado de las cosas que hemos creado entre todos. En un ejercicio de bienquererse cualquiera se desharía de todo aquello que sólo resta y genera mal en suma. Desde la consciencia nadie firmaría para pasar por momentos ni compartirlos con si el resultado final menoscaba nuestro bienestar. De lo contrario alzaríamos el masoquismo social a absurdez común. Pero, ¿por qué somos incapaces de alejar ese lado oscuro, tremendo, doloroso? ¿Por miedo a la felicidad real? ¿Por gusto sádico? Es del todo incomprensible. Nos lamentamos de lo que fomentamos. Maldecimos a quien damos la llave de nuestro yo auténtico. Criticamos lo que hacemos una y otra vez. No hay quien nos entienda. Y nosotros no poseemos la capacidad suficiente para intentarlo. De hacerlo nos podríamos asustar. 

Siempre fantaseé con la goma de borrar personas. Suena macabro, pero en realidad no sería más que la ensoñación de quitarse de en medio a quienes nos sobran de todas, todas. Evitar esos encuentros incómodos, esas miradas de medio lado, esas sorpresas cero gratas, esos recuerdos abruptos para mal. Por mucho que se hayan ganado a pulso nuestro olvido, hay sensaciones impulsivas que nuestro ecosistema emocional es incapaz de inhibir. Por eso, todo mecanismo capaz de librarnos de tales seres no deseados, bienvenido sea. El ejercicio de vida plena, de conciencia tranquila, de ojos que se encuentran, de labios que se desean, de palabras que se fusionan, todo lo que es vivir para bien no necesita manchas negras de contextos o contactos nefastos.

Ineptos, abstenerse.

martes, julio 30, 2013

Gracias por venir... amig@s



Que lo diga la ONU es mera anécdota. Para mí todos los días son el de la Amistad. Así, en mayúsculas, porque me siento muy afortunado de los quereres que he ido acumulando por el camino. En estas tres décadas de mucho vivir, de momentos únicos, de personalidad marcada, he ido transitando con cómplices perfectos e imperfectos. Nadie está exento de esta última categoría nefasta que, junto a los tóxicos, hunden a menudo nuestro barco de emociones. Pero no se merecen una pérdida indiscriminada de energía, por eso me dedicaré a agradecer a cada persona que formó, forma y formará parte de mis amigos. Esa familia de elección que nos hace la vida más llevadera, que acompaña, que aconseja, que protesta cuando debe, que entiende siempre, que perdona por concepto, que llora contigo, que ríe por impulso, que lo da todo en cada noche de fiesta a tu lado, que tantos que... Una mirada sirve para anudar nuestro cariño, para sabernos cerca por mucho que la realidad nos distancie. Más vale la calidad que la cantidad, tanto en número de personas como de momentos. Y en esta matemática he encontrado mi resultado perfecto.

Cada amigo es un mundo, como lo somos nosotros mismos. Si no entendemos eso estamos perdidos por contexto y definición. Compartimos ámbitos diferentes, lenguajes diversos, caminos hasta opuestos pero compartimos, ésa es la clave. Construyendo una historia, sabiéndonos necesarios y leales. En mi caso, me rodean mayoritariamente las mujeres 10. A cada cual más diferente de la anterior, pero todas geniales vedettes, co-protagonistas de lujo de mi circo sin guión. La soledad siempre me generó angustia. Y el destino me ha regalado un elenco que ni Almodóvar. No concibo su ausencia. De hecho, pienso en ella(s) y me vengo abajo. Pero es texto para elogiar y dar las gracias no de caer en plañiderismo. Así que aprovecho cada tecla para decir a voz en grito que soy un ser suertudo por acumular tan únicas, apoteósicas y enormes amistades. Capaces de tolerar mis surrealismos varios, de asimilar mis silencios, de acompañar siempre mi viaje en la montaña rusa. Amig@s agradecido y emocionado, solamente puedo decir gracias por venir... a mí. Hasta el infinito y más allá. 

martes, julio 23, 2013

Digo



Somos absurdos. Vivimos en una queja continuada cuando somos los principales enemigos de nuestro bienestar. Complicamos nuestra existencia y perdemos energías a lo tonto. Gastamos tiempo con gente que no nos conviene, apostamos por surrealismos varios que sabemos nos harán mal, callamos tantos pensamientos que serían constructivos y nunca todo lo contrario... En ese suma y sigue de mala praxis personal somos los perdedores siempre, la mayoría de ocasiones por nuestra nula confianza. Ese querernos que debiera ser nuestra mejor apuesta se nos olvida siempre y nos enzarzamos en auténticas miserias que nos empequeñecen. Igual es el cambio de número en el DNI y el peso del tiempo en mi biografía, pero cada vez me siento menos dispuesto a tolerar vacíos, numeritos, actos de injustificada dignidad, espantadas sin guión y demás. Estamos para vivir y contarlo. Disfrutar de agradables compañías, de la construcción perfecta del unos con otros. Lo demás, sobra. Miro en mi retrovisor y tengo poca nostalgia de lo perdido. Por no decir ninguna. Acumulo dudas, desde luego, de esa gente que saca la patita y desdibuja su verdadero yo. Me desconciertan y tampoco estoy perdido a llamar a Horatio para que haga un CSI. Bastante tengo con lo mío como para dejarme llevar por la parálisis ajena. Quiero crecer, cambiar lo que fuera necesario, sin perder nunca mi esencia, escucharme siempre, apostar por mí y quienes nunca se salieron de mi juego vital. Lo demás irá, poco a poco, destapándose en la ruleta de la realidad. ¿Quién se apea en la próxima?

lunes, julio 08, 2013

Oportunidaddd



No es tanto la que se presenta como la que uno se busca. Nunca fui ambicioso ni tracé una estrategia certera para llegar a mi fin. En realidad creo que de haberlo ya lo logré, por suerte, hace unos años cuando cumplí mi fantasía de realización laborable. Desde entonces todo lo que voy sumando son regalos, manifestaciones geniales de la importancia de entregarse con decisión a lo que uno le gusta. Por mucho que toque tragar con basura, dada las circunstancias, incluso con críticas. Porque he pospuesto la estabilidad en la búsqueda perfecta de una situación lo más cercana a mi objetivo primigenio. Pasan los años y eso se complica. Hasta que, de pronto, te llega una oportunidaddd. De la forma más tonta, en una de esas revistas de bilis varias, donde poco importa un sentimiento, sino el business. Un proceso determina la criba y la ilusión incuba en lo más profundo de tu esqueleto de ser inquieto. Semanas después llega el sí, y el quiero totalmente parejo cristaliza esa oportunidaddd (las d extra simbolizan su peso en el todo). Un aprendizaje intenso, una experiencia compartida con iguales, con un lenguaje común, con sueños y aspiraciones paralelas.

Es una suerte repetir esquema, pues eso mismo me encontré en la etapa universitaria. Ahora en un pack de días brutalmente intensos las sensaciones son las mismas. El show incluye stars, miembros destacados carne de titular, despojados de rumores y encarnados con su verdad. Y cómo no, referentes estelares. Profesionales que no juegan sino que se comprometen con la búsqueda de talento y han decido aportar su ayuda. En las distancias cortas son tan otros, tan sencillos y emocionables como cualquiera. El foco les magnifica, provoca que sus trazas de carácter hasta se caricaturicen. Pero aquí vienen con la legaña pegada y la palabra de la calle. El guión quedó en el camerino. Es un lujo y una responsabilidad el sentirte valorado por ellos. Sus apreciaciones son sentencias en nuestros curriculums agitados. Los nervios dominan y limitan nuestra autenticidad, pero pasan los días y destapamos la esencia, el potencial y las ganas de conquistar a la reina. A la callada pero justiciera, a la amplificadora y cero discreta, a la auténtica y surrealista. Tiene tanta tela la tele que en nuestra imaginación ya jugamos a cubrirnos con su manto y perdernos para encontrarnos entre pliegues. Que así sea. Conectamos con la ilusión… 

domingo, junio 23, 2013

Hogueroso



Por la gloria de San Juan se nos acumulan los rituales para (des)quitarnos de lo malo y emprender una nueva etapa ‘mágica’. Esto dicho por Rappel embutido en un tanga o Esperanza Gracia mirando a la vez a Cuenca y Pontevedra queda fenomenal. Pero la realidad es otra. Las hogueras echan básicamente humo e impregnan tu ropa de ese olor tan característicamente hogueroso. Otros efectos no probados quedan confinados a las conjeturas vendibles de magos de madrugada. Por muy divertidos que me parezcan sus protocolos a quemar, me fascina más el surrealismo de Aramís Fuster que lo que pueda llegar a decir. En fin, que me pierdo. Llegado el caso de perpetuar la quema indiscriminada de males varios, a todos se nos acumula una pila infinita de candidaturas a fuego. Desde circunstancias horribles, las que vivimos; a personajes borrables (políticos, banqueros, reales irreales…); actitudes vergonzantes, incomprensibles e intolerantes que aún sufrimos;   actos de terrorismo amoroso sino amistoso o cruel (esos que dejan traumas); pensamientos destructivos, torpezas varias, negatividades enquistadas, nulidad de corazón… ; mentiras, vanidades patéticas, egos mal llevados, hipocresía de manual; enchufes que no dan luz sino ceros infinitos sin merecer… Podría volcar mucho más malrollismo en palabras, pero no me apetece. Desde luego que todo eso me encantaría se erradicara de la faz de nuestra realidad, porque caminaríamos más ligeros, perderíamos menos energía en bobadas, sonreiríamos mucho más y nadie confiaría en la necesidad de pasarse por la hoguera para aligerar el peso maléfico.

En la noche más corta del año siempre me resultó más divertido los que se pasaban por la piedra en plena playa, ajenos a los otros, fogateando en el uno contra otro. También los que asumían que a la fiesta uno iba a beberse hasta el infinito, ejerciendo ese dicho tan Massiel que uno acude a los eventos (ella dijo bodas) y se emborracha por educación. Los grupos de amigos que se pierden y se encuentran en plena ebullición adolescente. Primeros besos, magreos arenosos, tonteos con la orilla como testiga. Cuando no esos desnudos tan impulsivos como previstos (estreno de ropa interior de marca mediante) para mojar las entretelas y exponerlas a la Luna. Es mi iconografía sanjuanera. Hace mucho que no doy relevancia especial a esta fecha y casi diría que a ninguno otra. Porque con los años he entendido que todos los días son potencialmente únicos como olvidables. La dependencia del calendario no va conmigo. La ingenuidad por un bienestar sí. Al final tendré que pedir hora con cualquier bruja de manual y entregarme a la quema perfecta.

miércoles, junio 12, 2013

Paco Martínez París



Cuando creía que el amor era un invento de los grandes almacenes y de los abogados para firmar divorcios, aterrizo en París y descubro que otra mirada romántica es posible. Se para el tiempo entre sus calles y la confusión de latidos, pálpitos varios, miradas cruzadas, elegancias personificadas rompe mis esquemas. No hablaré de belleza (que también) sino de esa elegancia y estilo personal que se magnifican en un estado en calma de las cosas. No hay estrés, todo son horneados de sabor y de momentos. Gentes que convierten en chic las acciones más vulgares de barrios de periferia o capitales henchidas de onanismo. Los rincones únicos se suman a la multiculturalidad que engrandece el espacio. El asfalto se confunde con el arte majestuoso de edificios únicos, que transportan a otros siglos, inyectando la necesidad de reencontrarse con la esencia de lo que fuimos. Entonces, con menos de todo, el firmamento se esculpía a la perfección. Hoy abusamos de los dramas por nuestras insuficiencias no asumidas. Lo que son traumas eran oportunidades de creación. Y toda esa filosofía se refleja en los rostros cálidos, despreocupados, inocentes incluso. Así es como los rasgos se engrandecen, los músculos se equilibran, las ropas se estructuran para bien.

El desfile de maniquís museísticos fuera de contexto adquiere especial relevancia en el género masculino. Quizá por patético término de comparación, pero allí es elocuente cómo los muchachos se gustan y afanan en gustar. Sin necesidad de caer en chulería shore ni tremendismo de tronista.  La concatenación de flechazos directos resulta hasta exagerada. Cual puja de subasta a cada oferta y ofertante más y mejor. Asaetado pues acabé por las armas de tantos corazones andantes. Y encantado con la iconografía extenuante de la ciudad de la luz. También bajo las estrellas, con las luces como centellas de la realidad, todo cobraba más charm. El mismo al que ponen significado el ejército de los parisinos de postal.

Puede que rechace el querer aristotélico de Hollywooood y la triste dependencia que nuestra sociedad nos ha impuesto hacia un él o ella. Es más, ahora cuando veo discusiones absurdas de pareja me felicito y reafirmo en mi decisión de estar mejor solo, que fatalmente acompañado. Mi realidad me ha lanzado a la cara tal decisión, pero estando en París la puso (puse) entre paréntesis. Contemplar una primera cita fue mi absoluta fascinación. Voayeur de un dos que empezaba a escribirse, de las miradas tontas, de las palabras por cortesía y las ganas por debajo de la mesa. En cada establecimiento de sabores, de cartas polisémicas, de cocktails orgásmicos, los pares de amantes esperando posición horizontal&vertical se sucedían. Sus labios pedían encontrarse y sus almas subir escalón a escalón hasta lo alto de la torre más fiel. Pura arquitectura de emociones.