jueves, diciembre 31, 2015

¡Tecleando al 2016!



En mi librería el tomo del 2015 ocupa, sinceramente, un lugar olvidable. Por eso, aspiro a teclear con fuerza en este año nuevo, dando a las personas y a las palabras su lugar. ¡Felices 366 días a estrenar! Que el libro de vuestro 2016 sea trepidante. 

miércoles, diciembre 30, 2015

Queridos Papás Majos



Este año no he debido ser muy bueno, pues no tengo lo que tanto deseo y eso sabéis me frustra mucho. Pero quería escribiros esta carta. No para pedir, sino para daros las GRACIAS. Así sin más, lo necesito. Soy un vinagre, un frustrado, un pesado siempre con mis historias, pero por mucho que me pierda, por tantas pataletas y sinsabores, nunca habéis dejado de apoyarme, entenderme, soportarme… Tenéis porrones de paciencia y un cariño infinito. Sabéis cómo hacerme sentir especial y eso que un hijo viene al mundo con un pan bajo el brazo (en mi caso un mando), no con un manual de instrucciones. Recuerdo cuando de peque vivía con tanta ansiedad estos días y la llegada de sus Majestades, los Reyes Más Majos de la Casa. Con todo un protocolo de ilusión. Recepción de catálogos de centros comerciales e inicio de lista de deseos. Visita guiada por jugueterías, con caras de asombro y onomatopeyas de megusta/meflipa/loquiero en bucle. Escritura de mi carta, cuidando la caligrafía -Rubio mediante-, fantaseando con tantas cosas. Llegaron mis hermanos  (¡Hola! Pasad, pasad) y comencé a vivir esa magia a través de sus ojos, haciéndolo más especial y manteniendo así mi esencia infantil. A día de hoy, sigo siendo ese niño que imploraba a Baltasar, por mucho que en alguna cabalgata el pobre perdiera, por momentos, todo el color y la dignidad.

Con el tiempo entendí que los regalos son mucho más que un símbolo, toda una muestra de conocer a quien envuelves esa sorpresa, un gesto de cercanía lleno de lazos y brilli-brilli. Vosotros habéis acertado siempre, dándonoslo todo, disfrutando de nuestras reacciones. Siendo un ejemplo de crianza, de educación, de generosidad, de entrega. A estas alturas, mucho dudo que la vida me ponga el reto de reproducir vuestro papel perfecto. Pero está claro que he tenido a los mejores maestros. Ahora que están de moda las community madres, que los foros se llenan de consejos, los tutoriales inundan youtube y demás, el verdadero ejemplo está en la vida sencilla, con honestidad y entrega, que vosotros habéis construido para esta familia. Sabéis que me encanta haceros rabiar, sacaros una sonrisa y compartir momentos absurdos los cinco. No me cansaría de escribir más y más palabras, de volver entre recuerdos, de capturar esos instantes que se congelan para siempre y dan latidos al corazón. No son necesarias las muestras grandilocuentes, los pastizales sin querer. Me quedo con el querer queriendo. Así lo aprendí yo. De vosotros. Gracias por ser tan majos. Os quiero.   

jueves, diciembre 24, 2015

Eses y más eses



¿Qué? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? Responde como si también hubiera un mañana y llena tus momentos de cómplices, sonrisas, besos y otras palabras geniales, de ese final... ¡Felices Noches Buenas y Días Mejores!


domingo, diciembre 13, 2015

El voto y la vida



Una semana. Es lo que resta para que el país decida qué es lo que quiere. Para finiquitar el cortejo y optar por el Don Juan del poder. El dueño perfecto para agitar la Moncloa con su estudiada imagen y las infinitas medidas de salvación. Y aquí, como en el amor, mi sensación es que mucho prometer, hasta meter… la papeleta en la urna. En este tiempo de exhibicionista ‘tienda de campaña’, los candidatos a la presidencia han querido mostrarnos lo largo que es su compromiso y el ancho de sus dignidades. Eso sí, jugando recurrentemente al y tú más, al farfullar sobre los otros, enmierdando lo ajeno y gastando energía en el ejercicio de atacar. No entiendo este modelo, pues lleva a la confusión ciudadana. Les beneficia que nos manejemos en lo superficial, en la anécdota de turno, sin ahondar en los problemas estructurales, los males que tantos sufren, las injusticias que van en el ADN patrio, así como tanto estercolero que cada cual tiene de puertas para adentro y trata de disimular echando balones fuera. O ocupando una silla con María Teresa, revisitando sus vidas a base de covers de verbena con los Supersingles. O en la casa de Bertín, entre chistes y bravuconadas machistas. ¿Es el nivel que nos merecemos de nuestra clase política?

Hemos asistido a una espectacularización inédita del contenido, como se demostró en el Debate Decisivo. El reality, tan denostado, puesto al servicio de los mensajes. El cartón piedra, de dudosa construcción, llevado al terreno electoral. Sinceramente, todos los partidos han hecho de su cliché su mejor garantía. Pero no han debido hacerlo muy bien, indecisos mediante. Se ha hablado mucho de los hipsters, en una vuelta de tuerca surrealista, con su uso en vídeos o mítines. Vienen a ser las Normas Duvales del voto, sin escote, pero con las barbas más generosas y disputadas, que sientan bien a gaviotas, rosas, 'pijitos' o revolucionarios. Echo en falta a una Olivia Pope que tomara las riendas de este sainete, elevando a un salvador con soluciones, carácter y empatía. Yo sólo espero que la gente ejerza su derecho a decidir qué España quiere, nada de olvidar la cita con la democracia y luego quejarse porque no hay un mañana. El mío quiero que sea más justo, igualitario e ilusionante. Ojalá dejemos, de una vez, tanta oscuridad y entendamos que la vida es otra cosa