lunes, octubre 31, 2011

Susto o suerte



¡Por fin! Has sido esquivo. Cruel, a veces. Pero sé de tu buen fondo. Por eso encontrarte me libera. Porque dejo atrás tanto. Vomito males y sigo el camino. La espera ya no es un medio. Mi querido fantasma, verte la cara recompondrá mi eje del bien. Sé de tu capacidad para voltear mi realidad. Juntos resucitaremos verdades enterradas por el miedo. Tu energía, en comunión con los espíritus de mi yo ancestral, iluminará el futuro.  Buceo en busca de ese bienestar sideral. Lo pido a gritos sordos. Porque nadie me oye, todo lo que no sea uno mismo no interesa. Su desatino ya no es el mío. Tú me entiendes. Lo ves todo desde tu sombra y cómplice aplaudes mis leves avances. Que así siga. Hasta que la muerte nos funda en uno.

martes, octubre 25, 2011

Engomado



Si te tuviera haría milagros. Lejos de Lourdes y el marianismo. Sólo con mi desgastar, conseguiría efectos increíbles. Sería un héroe cotidiano, capaz de eliminar excesos, disgustos, pegotes, egoísmos… Fantaseo con tu textura, tus capacidades. Capaz de todo, digna ejecutora y arma de limpieza masiva. Te necesito. Hay tanto de más en mi vida que quiero sean de menos. Contigo podría aprender a no valorar a los injustos, los del yo en bucle. Quiero rodearme en positivo. Harto de mendigar, de cosechar míseras migajas del con cualquier cosa se conforma. Ya no. Todo es distinto. He cambiado. O quiero cambiar. Sé que tú eres la mejor herramienta posible. Despejada la realidad, sin fantasmas ni orcos podría caminar hacia los días con la alegría inmensa del sentirme pleno. Cargas fuera, el puzzle no cuadra. Querida goma de borrar, te espero. Pagaré los costes necesarios. Cuidaré tu esencia. Mimaré tu estancia. Sé que me ayudarás en esto. No me defraudarás. Y lo más triste es que una vez liberado sentiré pena. Ayúdame a no caer. Sino me borras a mí también y listo.

sábado, octubre 15, 2011

Dejado de palabras



Escapando de mi realidad encontré mi consuelo. ¿O me consuela pensar que escapo y algo cambia? Los factores toman mi revuelo, a sus anchas, y contemplo mi película. Los actores quieren dar juego y se quedan en cameos simples y sin recorrido. La hartura de los quizás y las ausencias por justificar me queman. Mucho o más. No puedo evitarlo. Mis taras, traumas, males y sentimientos piden una pócima mágica para confundirse y evadirse de los hoy y mañana. Las vidas propias ganan terreno y la mía se achica. No busco culpables, señalo emociones, que es diferente. Quien se dé por aludido que se desaluda y guarde el saludo. Mendigar me mata, mi lista de necesidades se llena de faltas... puede que no de ortografía, pero dan al ojo. El cansancio de tanto, de esta mochila pesada y absurda me inquieta. Dudo del camino, cuestiono los sueños, erradico las ilusiones... Sus nefastos resultados no animan a alimentar su esencia. La mía propia se apaga y no alcanzo a lo alto de mi cima, donde están los lápices para reescribirme y dibujar mi yo. Mi auténtico compañero de viaje, perdido entre la nada que le aburre y abruma. ¿Qué queda?

viernes, octubre 07, 2011

Mensaje desbotellado



La ceremonia de la confusión hace que los días resten por dos. Desgasto las suelas entre incómodos recuerdos, palabras hechas dardo y sueños sin dormir. Programarse, esperar o hacer inventario resultan explosivos, por ineficaces. Bandeo y hago del silencio mi manifiesto. ¿Dónde estás? Los quereres que no pueden no me sirven. Grito y asfixio mi llanto. La sordidez de Soledad me espanta. Qué ingrata y altiva resulta. Nunca la quise en mi vida pero ella se rebela y se queda, haciendo herida. Ni el ejército de tiritas de sofoco temporal son suficientes para apaciguar su efecto. Rechazo los complementos directos circunstanciales, creo en las apuestas firmes sin titubeos. No así en los túes y yoes escritos en bucle infinito. Harto del castigo impuesto, del mal de ojo que el destino insiste en ensuciar. No puedo más y dudo que sienta menos. Por mí me apeo y reinvento el (mi) mundo.