sábado, noviembre 13, 2010

Hasta aquí noooo, lo siguiente

Dice la RAE de límite: extremo que llega a un determinado tiempo. Y está claro, el mío ya pasó o, en realidad, se sobrepasó. El momento no hace bien a nadie (conocido) pero la maldad parece que se acrecienta de manera proporcional e injustificada. Y ahí es donde se antoja preciso el limitar, el gritar, el despotricar, el aborrecer... Devolver así el cúmulo de deudas contraídas ante la ineptitud sufrida. En esas estamos, sobreviviendo a un folletín mal escrito y peor direccionado, víctimas algunos de ejemplares negados. Es triste cómo cuando menos te lo esperas te encuentras en una espiral de negatividad impuesta. Nos sabemos títeres de lo ajeno, pero de ahí a depositar nuestra dignidad van muchos pasos que YO no pienso recorrer. Los otros sabrán, asumirán y apostarán, pero lo que es mi capacidad de aguante no tiene vidas extras.

Bien por los visionarios que se arrojaron al mar bravo y abandonaron el barco a tiempo. Mal por los cobardes que nos agazapamos esperando tiempos mejores que no llegan, sino todo lo contrario. Está claro que habrá que armarse de valor y valores para apaciguar la tormenta imperfecta que el comandante en jefe ha propiciado. Su oscurantismo ha sido determinante para acabar con todo esto y tirar por tierra ilusiones, trabajo, aspiraciones y más. Su papel no se lo disputaría nadie, pero el del gentío asustado y dudoso del futuro, menos. Queda mucho por escribir pero a la par que sufrir. Y es que para muchos el tiempo pasado fue sólo eso, para otros en cambio tuvo sentido y significó tantas cosas que nadie entendería.
Triste contexto, entre el enfado y lo molesto, pero confiando en que algún día se vuelva inverso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucho ánimo y fuerza para seguir luchando en este triste y duro contexto. Seguro que muy pronto se volverá inverso. Nunca lo dudes.

Besos mil,
Sil.