miércoles, junio 30, 2010

Mala mente

Ya lo siento, pero a este paso no se librará de mi. Tanta terapia, tanta pamplina, pero creo que aquí nada avanza. Es curioso cómo me siento en una noria constante. Y por aquí no se ve a Jordi González ni a María Antonia Iglesias. Quién me iba a decir que pasando un mal momento, estando en el subsuelo de mi historia personal y demás, haya sido capaz de ver el lado zen a todo esto. Es la contradicción hecha realidad. A ver si tanto psicoanálisis va a cambiar mi percepción de las cosas y lo que antes era bueno y veía malo ahora se haya tornado al revés. Atrapado en un ying y un yang viceverso y perverso. ¿Por qué yo? Bien es cierto que la educación catolicona y castrante tiene mucho que ver, el mundo pavisoso que me ha rodeado, la maldad sin enmascarar, la jodido hecho heridas en la piel... Tanta circunstancia adversa, poco deseable pero sí sufrible, se ha aventajado en mi jerarquía del vivir y el sentir. El resultado, esta concatenación de dramatismos que no entiendo cómo puede dar paso a fase pasota.
Sé de mi genética marciana, de mi rareza cutánea pero quiero vivir sin este zig zag loco. De subidas y bajadas. Prefiero mutar en un triste ser plano, sin sorpresas... porque a una de estas me da mal o peor. Y no puedo permitírmelo, menos por personas o circunstancias inmerecidas, dañinas e injustas. Sé que todo lo hablo yo, pero para algo tiene esa libreta, para apuntar... Que digo yo, todo esto vaya a un archivo pero antes o después se destruya, porque compartir tanta paranoia con extraños me produce un malestar raro. Bastante me expongo ya buceando en mi fango. Pero diga, diga algo...
En dos palabras. Tiene usted: Mala mente, hágaselo mirar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi querido ese, que seas muy pero que muy feliz en el día de tu cumple, te quiero mucho.besazos.copito