lunes, septiembre 19, 2011

Yo, ¿yo?



YO. Dos letras, un ente. Persona, trapo, lágrima. Espantapájaros y pájaras. Pasayo sin nariz. Equilibrista de lo real. Sonrisa y angustia. Horizontal y alicaído. Corredor sin fondo. Saco de golpes propios y ajenos. Cegado sin diagnóstico. Por él. Por ella. Desmemoriado biográfico. Dependiente sin comisión ni uniforme. Inseguro, dudoso y muchas veces incapaz. Verborreico de naturaleza, tragapalabras por seguridad. Los acontecimientos apuntalan y despedazan el sentido de mi ego. Tan a la deriva que asusta. Mis ojos no engañan. Inocentes e ingenuos de fábrica, resabiados con lo duro del vivir. Pasean y se arrastran. Cuestionan tanto y a tantos. Y el balance nunca es positivo. Preso de preguntas, esclavo de respuestas. Explorador del yo hasta la saciedad, sigo sin entender mi esencia. Tanto depender, tanto sufrir. Sensibilidad de piel, lamento sin consuelo. Yo no quiero. ¿Me quiero yo?
 

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