La vida te pone en el camino de personas que te dan mucho
sin pedir nada. Ella es así. Generosa y única, un ejemplo de buena amiga y
compañera entregada. Compartimos muchos momentos que no merecen ser escritos,
pero siempre sabremos valorar lo positivo y es que el tiempo nos hizo querernos
y entendernos. Siempre cabal, con la palabra precisa y el consejo más sensato.
Admiro su capacidad de reinvención y superación, sin perder la sonrisa por
mucho que la realidad haya querido torpedearla. Saca una fuerza infinita y
demuestra que no pierde su esencia, pase lo que pase. Es un gran ejemplo, pero
nunca quiso serlo. Porque jamás necesitó titulares ni primeros planos, ella se
conforma con ser y estar. Eso la engrandece porque sabe relativizar todo y
hasta tomarse a broma ridiculeces supinas.
Es auténtica por naturaleza, eso viene de familia. No
necesita filtros ni postureos. Quererla es fácil, porque su mirada tranquiliza
y te da la paz que esconde su nombre. Hoy es su cumpleaños, pero no necesito
motivos para reconocer y transmitir mi agradecimiento. Querida, has sabido
entender mis miedos, siempre cómplice y cariñosa. Saltamos del mostrador a los
días, con aliadas perfectas de caminos y brindis sin excusas. Somos así y así
nos apoyamos. Habrá kilómetros de distancia, aunque la emocional es cero cuando
nos vemos y el tiempo se evapora. Contigo quiero escribir capítulos enteros y
reír por tonterías que nadie entendería. ¡No nos importa! Lo importante es ese
vínculo que cual hilo invisible nos ata felizmente.
¡Te Quiero, Irena!
No hay comentarios:
Publicar un comentario