jueves, abril 03, 2008

Cocidito madrileiro

Viajero resacaso al teclado. Con la nostalgia de lo vivido y con el sueño de lo esperado, retomo la tradición contextual. Me debía y por extensión a mi selecto público lector, casi en su totalidad féminas ávidas de más que palabras, una miscelánea de lo vivido en mi retorno exprés a la gran urbe. Sobran los motivos y los instantes para plasmar desde la libertad la mirada subjetiva de la bajada al paraíso. Con Duques, con tetas y con sonrisas infinitas. Pasen y lean.

  • Un buen ejercicio de civismo y solidaridad lectora es que alentan desde los transportes públicos, tan masificados y necesarios que se antojan contexto básico en las idas y venidas. En ellos es común encontrar miradas perdidas, suicidas de las buenas maneras, cofrades del escándalo público y periódicos gratuitos de segunda mano con ánimo de ojeos sin fin. Y yo me pregunto, lo mismo que hay donantes gratuitos de prensa, ¿por qué no de pasiones? No encontré ninguno.
  • Los callejeos cobran sentido por los encuentros inesperados con el paisanaje desigual que va de lo refinado a lo ordinario. El impulso de la sociedad en mezcla anima a profesiones de tapadillo como los vendedores urbanos de oro chusco, que tratan de camelar al comprador compulsivo con malas artes. No caí. Soy de plata.
  • Cada noche es una sorpresa en sí misma, como encontrar un mendigo habitante de una céntrica acera granviesca. Con aspecto mortecino y dispotivo policial por su hazaña de tomar esos valiosos metros cuadrados, entre miradas de morbosidad.
  • No todo el mundo tiene la posibilidad de contar con GPS Man, guapo y lustroso capaz de sortear calles imposibles en terreno enemigo.
  • Los charlatanes son una especie en extinción, pero encuentran en el brillo de las estrellas su olimpo y su radio de acción les lleva a territorios insólitos. Frecuentan barrios donde llueven hombres con lascivia y hasta hablan de sus sexualidades sin tapujos. Algunos se confiesan amantes de bakalas teenagers de Móstoles, sin estrenar pero con ganas de mercadeo. Total.
  • El surrealismo fisiológico. Encontrarse con un viejuno despositando su orín en un bote de Nescafé, apoyado en un coche en pleno centro transitado da asco. Que te describan toda la situación con pelos y detalles da vómito...
  • El famosismo siempre entra en acción. Depende de los ojos caza celebrities de cada cual y el entrenamiento curtido con el revistero cardiaco. A saber, uno puede verse a una presentadora hecha a sí misma bella y voluptuosa; a un joven adlátere de la más grande mediática con sentido personal; a un teatrero amante de una supuesta actriz de tirón impuesto y estilismo gratis; a una bailaora de talla mini y gusto por los chinos; a un joven de otra época con ínfulas de París Hilton -perro en bolso incluido-; a un actor de serie y novia muerta en la ficción que de heteruzo pasa a maricloaca con cambio de acera y aceite al tiempo; a la cutremodelo2008, mujer barroca en plena sesión de fotos entre escombros; a un director de cine de dimensión xxxl y fe singular; a una actriz almodovariana con una cara de perra y un talento mágico...
  • Entre la nueva población liberada se muestra un repunte de los mariclones adolescentes dejados de sí mismos, con pérdida absoluta de la razón y desprestigio de sus años mozos. Compartir banco con algunos y escuchar sus sandeces es irrepetible y aborrecible. Grima gaydad.
  • Descubrimiento de la dualidad juguetona. Además del TeTo, está la TeTa, práctica extendida en los bares bollificados, donde también se estila el piedra, papel o tijera.
  • Bacanales con o sin dieta. Con o sin compañía. Con o sin ganas. Con o sin sal. Con o con.
  • Niños tendenciosos voladores con deportivas de patín incorporado. Importadas de EEUU como bien publicitó la madre que les parió y que no impidió que fueran unos locos bajitos petardos al vuelo.
  • La concentración de viajes a Punta Cana de deseables efebos y princesas del trikini feliz siempre anima a la población en tránsito.
  • Poco comparable con el frenesí multitudinario por El Duque de nuestras pantallas, que levanta faldas y pasiones a su paso con esa cara de perdonavidas con ánimo de poblador del planeta. Ver el estreno de su serie y tener a un paso al mandamás de la televisión son emociones de difícil expresión. ¡Sólo se vive una vez!
  • ¡Que te atrapo, leches! Unacampaña de marketing aplicada a la conquista cazadora de un pobre hombre hetero por un homo. Una situación en apuros de mano gancho y amigo gay a dos velas. Incomprensiones de la vida entre oscuridades y música atronadora.
  • Y es que ni las roscas bendencidas de San Antonio -las que se suponen que te atraen novios- obran el milagro y la soledad mal entendida va camino de enquistarse.
  • Así que sigo en la teoría de los chulazos impropios, contándoles a miles y sufriendo a cada paso ante parejas dispares y sensaciones de menudencia entre la inmensidad de esas caras que van de ángeles a demonios pero que incluyen en la factura emociones a granel. Por eso entre mis notas, de regalo, una coplilla dedicada a cada chulazo impropio de mi devenir. Va por ti.
Ese hombre que tú ves ahí,
no es para ti
Asúmelo, te fijas en chulazos impropios
a ellas se les caen las bragas
y a ti las babas y los mocos
Chulazos impropios son clones y manirrotos
creadores de fantasías de tíos y de tías
Saben que te ponen como una moto
pero no arrancas sus pasiones ni con un cheque roto

Se pasean por su olimpo
mientras sueñas arrancarles un piropo

Y con esto y un bizcocho, hasta mañana con una ración de aservitidad. Felicidad plena y buenos alimentos. Que el futuro nos atrape y niegue la negación de estos hombres visibles que se hacen inversos en nuestros corazones.

2 comentarios:

SemiSueca con frío dijo...

Espero que un día no muy lejano me cuentes esa aventura tuya de intentar ver a tu DUQUE cual loca adolescente... ainnnssss, si es que te tiene pillado!!!

Anónimo dijo...

Añadir simplemente querido "ESE", que no sólo merodean por estos rincones tan tuyos féminas ferroatlánticas y chulazas madrileñas. El Sr. Olivier investiga con frecuencia esta página plagada de pistas y deudas de futuro. ¿Lo de GPS Man en territorio enemigo iba por mí?...Si es así, me gusta la definición.