sábado, marzo 22, 2008

Cese temporal de la apariencia conyugal

Sin necesidad de comunicado oficial ni de pantomima pública hay quien opta por cortar por lo sano en el submundo de la mentira propia con tentáculos ajenos. Y así por mucho que uno sea un MariChalado o una Infantonta sabe que hay historias que caen por su propio peso. El punto de giro definitivo es el adiós al engaño enquistado y a la ceremonia de la confusión cardiaca. Más allá de los regios con aires rancios y significaciones prehistóricas, son muchos los anónimos que sustentan sus realidades sobre una falsedad de cara a la galería. Todo sea por mantener el orden público y privado y no salirse de las reglas marcadas a fuego en una sociedad que sigue rezumando rancismo por los cuatro costados.

Es triste que matrimoniadas y ennoviaciones tengan una base ficticia que esconde amantes o juegos de chapas con nocturnidad y alevosía. Una espiral insana de la mentira conyugal sin preguntas ni respuestas como principio del fin. Pero poderosas circunstancias son las que impiden a que los caminos se bifurquen sin alharacas, por mucho daño causado o por causar. Lo mejor, siempre, es dotar de sinceridad a toda relación. Porque cuando uno se adentra en ocultaciones y dobles vidas se pierde el sentido último de lo que, a mi juicio, tiene que ser una pareja: dos seres queridos, bienavenidos y sin ánimo de culpa. Lo demás son parches y ficciones dolorosas porque siempre hay un amador desengañado frente al pasota emocional. Cabe la posibilidad del pasotismo dual y la apariencia bajo contrato, de lo que tanto saben políticos venidos a más o artistas con miedo a mostrarse tales cuales.

Así que la realidad de los cariños impostados es cruel para los propios protagonistas que se niegan la posibilidad del querer limpio y sin ocultismos baratos. Quien sale de Guatemala y transita a Guatemejor se da con un canto en los dientes por sentir sin dobleces ni puntos de fuga. Más vale amar poco y bien, que supuestamente mucho y de saldo. Por eso un cese temporal de la apariencia conyugal a tiempo bien merece un aplauso o una exclusiva.

2 comentarios:

Bardamu dijo...

Chico, cómo estás, y eso que yo de romanticismo,poco.
El amor no tiene medida. Lo hay o no. A partir de ahi...

SemiSueca con frío dijo...

La verdad es que tienes razón, vale más amar poco y bien que mucho sin sentido. Aunque lo de crear historietas del corazón y demás aventuras es simplemente la forma de vida de muchos personajillos que no se dedican a otra cosa... en fin, menudos individuos...