lunes, febrero 25, 2008

No es país para (semi)suecas



Uno más uno no siempre son dos. Juntos vamos más allá de nosotros mismos. De nuestros pasos, proyectos, recuerdos, sensibilidades y sensaciones. El tiempo y la circunstancia unen para bien y, en ocasiones, paren siameses con sentido doble sin perder el propio. Así siempre sabemos reconocernos en nuestras virtudes y defectos, en nuestras bondades y maldades, en la fortaleza y la flaqueza, en el subidón y la caída... Unas duplas dicotómicas que refuerzan una amistad sin exigencias pero sí con concesiones. Unas idas y vueltas sobre dos epicentros más que humanos. Cuando la vida te regala momentos en comandita, de esos que por sí mismos son imborrables, el vínculo íntimo jamás se pierde. No habrá vuelos baratos, ni becas mayúsculas, ni focos desenfocados ni amoríos de látido rápido que puedan cortar de raíz una planta a dúo.
Hoy no está a mi lado. Sus ojos escrutadores ya no me pertenecen en la cercanía. Su sonrisa soñadora repica en mi mente pero sin sonido estéreo. Esas palabras con sorna quedarán relegadas a lo virtual. Las conversaciones de enjundia o de frivolidades se ceñirán a correos en red. Los paseos mano a mano quedarán cojos sin su cercana compañía. Los viajes interiores serán menos sin sus ánimos y su complicidad sin dobleces. Los cafés infinitos se tornarán en solitarios. Las llamadas perderán la espotaneidad de sus conversaciones. El no parar de sentimientos de pérdida se mezcla en mi mente. Aunque como bien recuerda el hasta luego no es más que optismo. Ella abre una ventana con aire frío pero del bueno, el que no derrite. En la distancia seguirá siendo lo mejor de sí misma. Única. Capaz de todo (lo mejor). El tiempo estirará o no el chicle de su ausencia y devolverá latidos a un corazón congelado.

Siempre tuyo, SemiSueca. Amiga irredenta. Siamesa ya en la sombra. Sólo me queda dedicarte un supino hasta pronto.

1 comentario:

SemiSueca con frío dijo...

Jajajaja... qué risas con lo del chicle de la distancia...

Pasando de frivolidades y volviendo a la seriedad y tristeza del "hasta pronto", te mando un supino aún si cabe más fuerte para agradecerte todo lo que has hecho por mi en esta última aventura siamesa.

Aún no he pensado qué haré en cuanto a aventuras blogeriles, pero descuida que el email o messenger siguen estando ahí.

El viaje agotador, no pude hablar con nadie en todo el trayecto y recordaba y añoraba viejos tiempos desde el aire.

Siempre tuya, ahora emitiendo desde otro contexto (sólo diferente en geografía)aquí seguiré estando a tu lado. Supinos pronteros.

Muchos besos de descongelación ;)