lunes, marzo 24, 2008

Bacanal social

Somos animales de costumbres y repetimos esquemas sociales y vivenciales para simplificar todo. Y la gastronomía tiene mucho que decir en eso de la rutinización de nuestras vidas. Amén de la estructura alimentaria básica, implementada según conveniencia o todo lo contrario, es común que nos reunamos en torno a la comida como elemento de nexo como justificación de la convivencia entre unos y otros. Esto ocurre en todos los ámbitos, dignos de disección. Así que por partes.

El entrante familiar. Motivo de celebración son las antológicas reuniones de familia infinita que de aquí y de allá siempre se reunen en fechas señaladas o no. Todo con platos de grasa subida como testigos mudos de vida exprés. Aquello se convierte en un ceremonial casi prehistórico donde se pierden las formas y modas en pos de una ingesta copiosa y un empinado de codo sin control. Sobran las palabras, bastan las miradas de aprobación y el baile de tenedores para contentar los estómagos vacíos y las nostalgias rebosantes. Puede que el contexto dé para más, con la presencia del tío burlón o anecdótico de cuerda infinita. Por no hablar del primo oveja negra que rumia la escasez entre miradas inquisidoras. O las lágrimas por los que no están entre gritos de la chavalería creciente. Un circo en familia con papeles dispersos pero cazuelas repletas con más sentido que la cocina económica. Pasado el trance el after histórico-histriónico incita a la huida inesperada.

Amistosamente se sobrepasan muchos límites y no se necesita de báscula como voz de la conciencia. Así que entre el descubrimiento de nuevas cocinas y el desparrame de la kilocaloría, con amigos los bacanales saben mejor. El motivo no tiene que serlo. Basta con verse y ponerse al día o no. Cotillear con malicia, hacer balance sexual o silenciar el hambre también justifican el encuentro para hincar el diente. Las diosas en este ejercicio son Carrie y amigas que nos dieron al resto la justificación necesario para no tener que echar calorías fuera a cada cita de michelines libres.

Por trabajo el porte se tiñe serio, aunque el contexto dé para la dispersión. Surgen situaciones curiosas porque se descubren las menudencias de otros que en sus despachos parecen algo y en la realidad de lo cotidiano, con mantel delante, bajan al infierno del universo social. Permite comer con glamour o entre proyectos, con ideas clarificadas, y da pie a tonteos interesantes con o sin corbata que dan puntos extra en la subida al cielo de la oficina. Y como es de gratis todo sabe mejor.

Con el amor como telón de fondo, lo de menos es el plato. A no ser que se plante Darío Barrio para cuestionar la calidad del manjar, entonces la atención se dispersa. Pero de lo común las cenas amorosas entre menús de rosas y corazones son empalagosas de por sí, pero lejanas al objeto de ingesta. Lo importante es el comensal de ojitos tiernos y el solomillo o molusco que espera en la cama o en el coche. Pero esa es otra alimentación muy de bacanal que merece su propia reflexión. Hasta entonces aliméntate de todo menos del aire, con o sin compañía.

Y con este se cumplen 60 contextos, pero de momento no pido la prejubilación bloggera por mucho que se pudiera aplaudir mi exilio definitivo. ¡Que los contextos te acompañen!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero como vamos a ponerle peros a un buen codigo montañes, con el tiempo que nos esta haciendo....
saludos

Anónimo dijo...

prejubilación??? no te flipes chavalín...

ya me he puesto al día con todas tus entradas, he estado sin internée todas las vacaciones! lo cual en mi contexto suena un tanto ridículo, porque aunque los días sean siempre distintos, el ritmo es el mismo...

y nada, de comidas de los cuatro estilos estoy bien servida por una temporada laaarga, aunq bueno, lo de autorecluirse no es tan facil!
(sí, son las ocho de la mañana y debería estar mimiendo, desajustes del pseudo---- lo que sea)

un beso ;)

Miss Underground dijo...

Ni se te ocurra retirarte que te doy cuatro palos. ¡Olé tus contextos!

Copito dijo...

De eso nada, que haría yo si no te leyera todos los días con o sin comentario. Pásalo muy bien de viaje, aquí te esperamos. Besazos. Te queremos

SemiSueca con frío dijo...

Diario de contextos existe gracias a ti, así que espero que no abandones la via blogeril como fuente exra de información sobre tus aventuras y desventuras diarias, ahora tan necesarias para mi para saber que tal estás, qué es lo último que acontece por las tierras patrias y criticas varias.

Felicidades por el 60 aniversario, que espero podamos celebrar en breve con bacanal amigal, quizás en terrenos madrileños con alimentos kilocalóricos y músicas eurovisivas. Ojalá... verdad que estaría genial?