jueves, enero 24, 2008

Uno más uno son siete



Una persona parca en palabras llamada mi hermano me preguntó hoy: ¿Qué es la promiscuidad? Promiscuidad eres tú, le respondí. Pero no. En realidad le es más que fiel a una novia que bien podría protagonizar Sin Tetas No Hay Paraíso. La pena es que mi hermano no es ni de lejos como su galán, el inconmensurable Miguel Ángel Silvestre, el chico más más guapo que yo he visto en persona y que me dejó sin palabras (y sin babas) durante una entrevista. Al hilo de la conversación con mi hermanísimo me dio por reflexionar. Y eso puede tener consecuencias de todo tipo y condición. En este caso me ha sugerido un tecleo muy vinculado a mi última lectura, 'El Diario de JL', de Álex Rei. Se trata de una recopilación de contextos personales y sexuales de un protagonista que tiene una chorboagenda que se cotizaría a precio de oro. Evidentemente JL es un estereotipo real que no pretende representar ni visibilizar a nadie. Y es que cuando se confunden ficciones y realidades hay quienes tienen la mala baba de tomar el ejemplo como el todo. Y no, no, no. Que los típicos tópicos están bien para amantes del reduccionismo pero hay que tener la mente más abierta y considerar las identidades diversas del mundo mundial.
Esto ya me suena a discurso previo anti zorrerío, pero no me importa. Mi mente ilusoria siempre ha apostado por el ideal amoroso vendido en películas, series, novelas... Tanta presión que uno acaba esperando que en su vida ocurra un capítulo de galán, cochazo, cena con velas, paseo romántico y petting sin intención porque la mirada sucia se tapa con las lentillas. Pero nada, los muros de la realidad niegan las grandezas y hacen que nos consideremos con miserias cuasi de baratillo y que nos engañemos con la nada como si fuera un todo. Aún así, de ahí a pasar al cancaneo sin límites y al recuento orgulloso de los líos hay un trecho y nada estrecho. Quizá el estrecho sea yo, seguro. Pero es que lo de la promiscuidad no va conmigo. Respeto a los promiscuos, eso sí, a los que no tienen lazos de ninguna clase con un él o ella. Pero ya se sabe que el engaño es un recurso de uso masivo. De ahí que las dudas posean a más de uno y de una que se deja llevar por las malas experiencias y aplican que todos los ladrones son unos cabrones (porque son de misma condición).

Un buen vínculo a la materia sería el tema de Internet, terreno de lujo para los promiscuos confesos y ocultos, porque pueden hacer un juego muy de oca a oca y tiro porque me toca... Y los que tienen webcam ya aprovechan para el calentamiento previo. De eso bien sabe Ángel, bailarín de ¡Fama! al que le han hecho el flaco favor de hacer público un vídeo en el que practica amor propio y pasea su cuerpo serrano con final apoteósico que bien utilizaría una amante a las cremas seminales. Quizá lo suyo era un desahogo sin promiscuidad pero me consta que algunos más que desahogarse se lo pasan bomba con estas prácticas que tienen a la red como testigo. Si algún día hablara...
Y así, con el sentimiento de mi ilusión de un amor que no llega, quién sabe si por retrasos del transporte público que está fatal... Hoy me lanzo en una minivisita bilbaína para coger aire, celebrar, ver cine de culto, pisotear otras calles, charlar por charlar... Estas desconexiones de ida y vuelta son del todo necesarias porque te permiten visionados de lo ajeno y reflexiones de lo propio. Los resultados en próximos capítulos.

3 comentarios:

SemiSueca con frío dijo...

¡Fuera la promiscuidad con mentira, aunque sí a la permitida!

Esta frase, que bien podría convertirse en grito de guerra en una manifestación, es una verdad como un templo...

...y para templo el que le pondría yo a la paciencia de todos aquellos que dependen cada día del transporte público...

Buen viaje en tu camino con (F)AlsaBus

Rukaegos dijo...

Pues yo creo que el sexo es estupendo, Ese. Y cuando no hay contraparte fija, porque estoy de acuerdo contigo en que cuando interviene el engaño estamos hablando ya de otra cosa, creo que comunicarse con alguien divertido, interesante, atractivo ... a través del sexo es estupendo.
Lo que es una pena es que no hayamos conseguido acabar de ver el lado lúdico y expresivo de la cuestión y sigamos con un chip por ahí q nos induce a pensar que es algo vergonzante.
Y de ahí tb la cantidad de pajeros en red qe nos encontramos. Es una nueva manera de evitar que tengamos relaciones con las otras y los otros.
Ya sabes ese viejo dicho: Masturbarse puede ser conveniente, pero follando conoces gente.

Desmelénate un poco, que tu cuerpazo serrano se lo merece ;)

Anónimo dijo...

Siempre es bueno ser un tio de mente abierta y respetar y sino,mirar para otro lado.Pero a veces no se puede opinar sobre lo que no se ha vivido y es obvio que nunca sabra por que motivo las personas utilizan esto o aquello para llegar a sus satisfacciones.Alguien les pregunto? Quizas es una forma de no creer en el amor? O quizas una forma de escapar al desamor. PEGASO SIN ALAS